Frenazo del flujo migratorio: de 225 personas diarias en febrero a 17 en marzo

El ritmo de llegadas de migrantes a Canarias cae en picado. De las elevadas cifras que se confirmaron en febrero, cuando arribaba a las Islas una media de 225 personas al día, y en enero, con 234; se ha pasado a la calma tensa de marzo, con apenas 10 llegadas diarias. Aunque a lo largo de los primeros quince días del mes solo han alcanzado las costas del Archipiélago 149 migrantes a bordo de tres barquillas, ha habido que lamentar la muerte de, al menos, doce personas. Seis cuerpos fueron rescatados en dos barquillas, un migrante falleció después de llegar a tierra y otros cinco fueron arrojados por la borda durante el trayecto, según relataron los supervivientes de la expedición. Con este registro, cerca del 8% de los migrantes que transitaron la ruta canaria en marzo perdieron la vida. Un porcentaje de mortalidad que se traduce en que una de cada 12 personas que subieron a un cayuco con la intención de llegar a las Islas no sobrevivió a la travesía.

Detrás del frenazo de las salidas se encuentran dos factores. Por un lado, la visita a Mauritania del presidente del Gobierno de España, Pedro Sánchez, y la presidenta de la Comisión Europea, Ursula Von der Leyen. Ambos mandatarios viajaron al país africano a principios de febrero, con el compromiso de invertir 500 millones de euros para favorecer el desarrollo local y mejorar el control de las fronteras. Ante la laxitud de las medidas de vigilancia, desde octubre, las costas de Mauritania se habían convertido en el principal punto de salida de barquillas hacia Canarias. A su vez, este país atraviesa su propia crisis migratoria. Miles de refugiados malienses han elegido Mauritania para instalarse y muchos esperan su oportunidad para poder dar el salto a Europa a través del Archipiélago. 

Borrascas en alta mar

Las malas condiciones meteorológicas son el segundo factor que ha frenado la salida de cayucos y pateras. En los últimos días, una borrasca ha agitado las aguas y el oleaje ha superado los cinco metros de altura. Incluso el Gobierno de Canarias decretaba esta semana una prealerta por fenómenos costeros tras el aviso de la Agencia Estatal Meteorológica (Aemet). 

El clima adverso añade peligrosidad a la ruta y los migrantes que superan las condiciones extremas del mar llegan en mal estado de salud. Así, en dos de los tres rescates que se han llevado a cabo este mes ha habido fallecidos. El primero de ellos se produjo cerca de El Hierro, después de seis días sin registrar ninguna llegada a Canarias. Arribaron 68 personas, nueve de ellas menores, junto a los cuerpos sin vida de cuatro varones. En tierra, los equipos sanitarios tuvieron que asistir a 21 de los supervivientes, y dos tuvieron que ser trasladados en helicóptero medicalizado a Tenerife. Hasta 14 ocupantes de esta barquilla –naturales de Senegal, Malí y Guinea Conakry–presentaban cuadros de hipotermia y deshidratación, bajo nivel de consciencia, hipotensión, y pie y mano de patera. Tras zarpar de Nuakchot, la capital de Mauritania, la embarcación pasó nueve días en alta mar. 

En el segundo cayuco rescatado también se vivió una tragedia. Siete personas fallecieron y otras doce terminaron en el hospital con importantes cuadros de deshidratación. Dos ellos, con 15 y 16 años, entraron en parada cardiorrespiratoria, tras pasar doce días a bordo del cayuco, que fue localizado el lunes a la deriva a unos 140 kilómetros del sur de Gran Canaria. A bordo de la lancha quedaban 38 personas con vida, que a su llegada a tierra relataron que habían tenido que deshacerse de los cuerpos de cinco compañeros de travesía.

El último rescate se produjo el jueves, en aguas cercanas a Lanzarote. La salvamar Alnair socorrió a 45 personas de origen magrebí –seis menores, una mujer y 38 hombres– que fueron localizados a bordo de una patera a unos diez kilómetros de la isla. Salvamento Marítimo recibió el aviso del 112, a las 17.28 horas, cuando activó a la tripulación de la embarcación de rescate, que contó con la ayuda del Helimer 201 para las tareas de búsqueda. El buque Grande Gabón, un carguero de bandera italiana que se dirige a Vigo, permaneció junto a la barquilla hasta que los migrantes fueron rescatados.

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