Dos municipios canarios tienen ya más residentes extranjeros que españoles

Buongiorno, good morning, доброе утро, buenos días. Esas son las palabras que dan la bienvenida a un nuevo día en las calles de dos municipios canarios: Adeje (56% de extranjeros) y Arona (51% de foráneos), en Tenerife. Estos son los únicos dos municipios de las Islas donde los extranjeros superan a los españoles (y, por ende, a los canarios), según el último censo publicado por el Instituto Nacional de Estadística. Las oportunidades de trabajo, de creación de negocios y las condiciones climáticas han posicionado a estas dos zonas como lugares idóneos para vivir según italianos, ingleses, rusos y un sinfín de ciudadanos de distintas nacionalidades.

La tendencia a la multiculturalidad se vive, especialmente, en las zonas turísticas de las Islas. A Adeje y Arona se suman Antigua (Fuerteventura), Yaiza (Lanzarote) y La Oliva (Fuerteventura), que rozan casi el 50% de residentes españoles y el 50% de extranjeros. Vicente Zapata, profesor de Geografía Humana de la Universidad de La Laguna, apunta que más que una salida de los nativos, lo que ha habido en estos municipios ha sido un crecimiento acelerado de su población. 

El crecimiento poblacional en las zonas turísticas se debe a varios motivos, como las oportunidades laborales, el deseo de emprender –«lo que crea riqueza y beneficia a los locales»– y, también, el tratarse de municipios con una «calidad de vida» que atrae a personas mayores que buscan retirarse. No solo son atractivos el sol y la playa, sino también la seguridad para ciudadanos de Rusia –que buscan tranquilidad en el clima de tensión geopolítica– así como para los ucranianos que buscan un refugio ante la guerra.

122 nacionalidades distintas

En el caso de Adeje, con un 56% de extranjeros, la multiculturalidad es una realidad. Allí conviven personas de 122 nacionalidades distintas, principalmente nacidas en Italia, Reino Unido y Rusia. Pero también se encuentran ciudadanos de países como Bután, Azerbaiyán, Kirguistán, Nepal, San Cristóbal y Nieves o apátridas.

El alcalde de Adeje, José Miguel Rodríguez Fraga, resalta que su municipio ha vivido un «importante desarrollo» en las últimas dos décadas, quintuplicando su población hasta superar los 50 mil habitantes en este 2023. Ante esto, el Ayuntamiento ha tenido que adaptar sus servicios «a las exigencias cada vez mayores de esa población, haya venido de dónde haya venido».

Esa multiculturalidad «no es nueva» y es valorada como «muy positiva» por el alcalde. Además, al tratarse de un municipio turístico, brinda un bagaje sobre cómo acoger a los extranjeros aunque es «evidente que hay servicios que sí se deben adaptar y tenemos trabajadores que ayudan como traductores, hacemos comunicaciones en distintos idiomas o intentamos que nuestra oferta cultural sea diversa e inclusiva.

Necesidad de adaptar las políticas

El resto de políticas, apunta Fraga, son las mismas para todas las personas, más allá de su lugar de nacimiento. Si bien es cierto que determinados consulados se han trasladado a su municipio o a municipios vecinos y que en algunos de sus servicios, como el del empadronamiento o la atención en suministros públicos básicos, tienen, por norma, personas que puedan atender en varios idiomas. 

Además, el rápido crecimiento también ha obligado a que abastecimientos como el agua, la luz o la recogida de residuos hayan tenido que sobredimensionarse muy rápido,  «con los enormes costes y esfuerzos administrativos que eso ha supuesto»: «Pero tenemos unas infraestructuras preparadas y muy bien desarrolladas que, hasta ahora, nos han permitido crecer de esta manera sin los colapsos que se han visto en otros lugares».

Para el geógrafo Vicente Zapata Canarias es «como un puzle» y tiene «un reto interesante», hacer que las piezas encajen. Por ello, invita a las instituciones a crear espacios de encuentro no solo en fiestas, sino en la vida cotidiana. Esto implica promover acciones en parques, plazas y recintos deportivos donde todos se vean «incluidos».