Clavijo, presidente 2.0 cuatro años después

Está de vuelta. El nacionalista Fernando Clavijo se enfrenta a una nueva sesión de investidura que le llevará de nuevo a coger las riendas del Gobierno de Canarias después de cuatro años. El líder de Coalición Canaria (CC) no debería tener problemas para ser investido presidente en la Cámara regional durante el debate que se inicia hoy y prosigue mañana, ya que cuenta con el apoyo de 38 diputados –los 19 de CC, los 16 del Partido Popular (PP), el único escaño de la Agrupación Herreña Independiente (AHI) y los tres diputados de la Agrupación Socialista Gomera (ASG)–. 

Clavijo encara esta nueva etapa en la presidencia del Ejecutivo regional después de haber permanecido la pasada legislatura en la oposición, ostentando el liderazgo férreo de un partido, que muchos consideraban que se desmigajaría fuera del poder. Sin embargo, la formación nacionalista resistió amalgamada. Su secretario general abandonó su escaño en el Parlamento canario para convertirse en senador por la comunidad autónoma. Desde Madrid, Clavijo timoneó el partido y la oposición al Gobierno de Ángel Víctor Torres, pero también al Ejecutivo de Sánchez, al que consideraba que se sometía el Ejecutivo canario. Además, con su intervenciones en la Cámara Alta el nacionalista dio visibilidad a su formación y a él mismo, logrando no salir del foco mediático. 

Tras estos cuatro años en la oposición, Clavijo volvió a presentarse a las elecciones del pasado 28 de mayo como candidato a la presidencia de Coalición Canaria. Y aunque su formación no logró sumar más diputados en el Parlamento regional que el PSOE de Torres, un pacto firmado con el Partido Popular –y que hará a Manuel Domínguez vicepresidente– y que apuntalan AHI y AGS le devolverá el mando del Gobierno canario. Un cargo que ya ostentó durante la legislatura que transcurrió entre los años 2015 y 2019. 

Pero a diferencia de entonces, Clavijo enfrenta esta nueva versión 2.0 de su presidencia, con nuevos retos que su Gobierno deberá atajar en tiempo récord, ya que la situación económica y social del Archipiélago así lo demandan. Uno de ellos es el aspecto fiscal que tanto Coalición Canaria como el Partido Popular han señalado desde la pasada legislatura como vital para tratar de aliviar el bolsillo de los ciudadanos, que desde hace meses soportan una ola inflacionaria en una comunidad con una de las cestas de la compra más caras del país. Ahora, con su llegada al Gobierno ,ambos deben maniobrar para retocar la política tributaria, entre ellas el IGIC, el principal impuesto que recauda la comunidad autónoma. El matrimonio entre nacionalistas y populares ha asegurado que lo bajaría del 7% al 5%. También quieren suprimir el impuesto especial al combustible en las Islas Verdes y bonificar al 99% el Impuesto de Sucesiones y Donaciones, además de aplicar deducciones en el tramo autonómico del IRPF. 

Otro de los caballos de batalla del nuevo Ejecutivo deberá ser la Sanidad. Con unas listas de espera al alza y siendo esta una de las principales preocupaciones de los canarios, el Gobierno de Clavijo deberá emplearse a fondo para tratar de reducirlas, con lo que habrá que invertir y mejorar la gestión en este área. La dependencia será otro tema que deberá abordar con premura el Ejecutivo que se estrenará esta semana, más aun si se tiene en cuenta que fue una de las áreas que recibió más críticas de nacionalistas y populares por la anterior gestión realizada. La reducción del tiempo de espera para ser atendido o la ampliación de las plazas en centros de día o sociosanitarios es otro de los retos que debe abordar con más dilación. 

Aspectos como la vivienda serán también de vital importancia para el Gobierno de Clavijo, en una Canarias en la que muchos isleños tienen serios problemas para acceder a un inmueble, ya sea en propiedad o alquiler. En el ámbito educativo, el pacto quiere potencias la Formación Profesional y dar impulso a la educación entre los cero y los tres años. 

Retos de mejora de los servicios y la gestión que el nuevo Gobierno de Canarias deberá afrontar sin el salvavidas de la flexibilidad de Bruselas respecto al cumplimiento de las reglas fiscales. Ya que la Unión Europea ha vuelto a imponer un estricto control a partir del año que viene tras la relajación de los últimos años motivada por la pandemia. Eso sí, el Ejecutivo, ante unas cuentas saneadas, tiene la posibilidad de recurrir al endeudamiento para cumplir con sus objetivos. 

Clavijo llega a la sesión de investidura con lo deberes hechos en lo que se refiere al equipo de hombres y mujeres que lo acompañarán en el Gobierno a lo largo de esta legislatura. Junto a él, que ostentará la presidencia, estará Domínguez en la vicepresidencia, que además se encargará de la Consejería de Economía y Empleo. La parte nacionalista del Gobierno estará conformada por Nieves Lady Barreto, Manuel Miranda, Migdalia Machín, Narvay Quintero y Pablo Rodríguez. A ellos se unen la que será consejera de Sanidad, Esther Monzón y Candelaria Delgado que lo será de Derechos Sociales. El ala popular estará encarnada por Matilde Asían, Jessica de León, Mariano Hernández Zapata y Poli Suárez que se encargará de Educación. 

La primera jornada de la sesión de investidura en el Parlamento de Canarias arranca este martes a las 11:00 horas. Tras la lectura de la propuesta de candidato a la Presidencia, Clavijo tomará la palabra para desgranar su programa de gobierno, en una intervención en la que no tendrá límite de tiempo. 

La sesión se retomará por la tarde para que intervengan los grupos que no apoyan la investidura: PSOE, Nueva Canarias (NC) y Vox. Intervenciones que podrán ser respondida por el candidato. 

En la segunda jornada del debate de investidura tomarán la palabra los grupos que apoyan el pacto: el Grupo Mixto (en el que se integra la Agrupación Herreña Independiente), ASG, PP y CC, que también podrán ser interpelados por el candidato a la presidencia. 

Tras el debate tendrá lugar la votación que será pública y por llamamiento de cada uno de los diputados que integran el salón de plenos. Para salir victorioso Clavijo debe recibir el apoyo de la mayoría absoluta de la Cámara, es decir, 36 de los 70 escaños que conforman el Parlamento. De acuerdo al pacto suscrito, el candidato nacionalista no debe tener problemas para convertirse mañana en presidente, gracias a los 38 diputados que lo apuntalan.

Suscríbete para seguir leyendo