Heróes en silencio

La experiencia acumulada en cooperación humanitaria por Pino González, enfermera del Servicio Canario de Salud (SCS), es loable y a la vez desgarradora por las terribles situaciones a las que se ha tenido que enfrentar en sus veinte años con Médicos del Mundo. Circunstancias que desgraciadamente suceden y que, gracias a personas como ella, que altruistamente van adónde pueden ayudar, son algo más llevaderas. Esta profesional sanitaria, que ha estado atendiendo a enfermos del virus del ébola en Sierra Leona, en el terremoto de Haití y el cólera que después se propagó, en Lesbos con los refugiados, en conflictos armados en Siria, en Irak y más recientemente en Ucrania, recibió ayer la Cruz Oficial de la Orden del Mérito Civil, por su trayectoria y por ser en 2020 la coordinadora del Equipo de Intervención frente a la Covid-19 y a la llegada de migrantes, de la Gerencia de Atención Primaria del Área de Salud de la isla de Gran Canaria.  

El delegado del Gobierno en Canarias, Anselmo Pestana, impuso ayer las condecoraciones de la Orden de Isabel la Católica y de la Orden del Mérito Civil, los más altos reconocimientos que el Gobierno de España concede en nombre del Rey. En presencia de autoridades civiles y militares, recibieron sendas condecoraciones el consejero de Administraciones Públicas, Justicia y Seguridad del Gobierno de Canarias, Julio Pérez; el alcalde de Las Palmas de Gran Canaria, Augusto Hidalgo (ambos cargos del PSOE); el pastor de Misión Cristiana Moderna en Fuerteventura Ángel Manuel Hernández, y la enfermera Pino González.  

De la epidemia del ébola, Pino González recuerda que fue un trabajo muy importante porque tuvieron que formar a las enfermeras, higienistas y «enterradores para que supieran cómo realizar los enterramientos de forma segura y que no se contagiaran otras personas». Había trabajado en la una epidemia de cólera pero no de ébola.

Médicos del Mundo

Tras acabar la carrera de enfermería, la Agencia Española de Cooperación Internacional le dio una beca y estuvo seis meses en Colombia en atención primaria, urgencias hospitalarias y en temas de docencia. Allí conoció otra realidad y descubrió que quería seguir formándose. Empezó a trabajar como voluntaria en Médicos del Mundo. Tres años en Mauritania, en plena crisis de los cayucos en 2006, viéndolo desde allí, en enero de 2010 se produce el terremoto de Haití. Evoca que realizaba curas a las personas que estaban operadas como consecuencia del sismo -donde fallecieron más de 300.000 personas, 350 000 heridas y más de 1,5 millones se quedaron sin hogar, una de las catástrofes humanitarias más graves de la historia-. «Era un sistema de salud muy débil y había que tratar a los lesionados, además de actividades preventivas como vacunación, seguimiento de embarazos, y en el mes de octubre llegó una epidemia del cólera porque las condiciones de agua y saneamiento eran muy pobres».

Allí aprendió a gestionar crisis de este tipo, experiencia acumulada que le sirvió para ponerse al frente de un gran equipo ante el covid-19 y la masiva llegada de migrantes en 2020.

Cuando se enfrentó al covid poco a poco fue viendo la gravedad que tenía y todo el equipo se dejó el cuerpo y alma para dar asistencia en los hogares, las residencias de ancianos, en definitiva, atender a todas las situaciones que se producían, con el problema añadido de la emergente llegada de migrantes a las costas canarias en situaciones terribles y sin espacios para atenderlos dignamente en un principio.

Pino González quiere destacar también a las personas que se dedicaron a las labores de rastreo para el seguimiento telefónico a los pacientes de covid. Se propició una respuesta multisectorial y Canarias fue una de las regiones de España que mejor gestionó esos momentos, observa. «Ha merecido la pena, y ha sido un orgullo estar al frente de un equipo para ponerlo a disposición de nuestra tierra y de la gente que llega de fuera», remarca.

La próxima misión probablemente sea ir a Turquía, pues tras el terremoto, aunque deja de ser noticiable, «las consecuencias duran mucho en el tiempo, son varios años de respuesta para poder continuar con la atención sanitaria, que se vuelvan a construir las infraestructuras o que haya más personal formado.»

La misma condecoración que Pino González, que recibió la Cruz Oficial de la Orden del Mérito Civil, fue impuesta a Ángel Manuel Hernández, quien, en

palabras de Anselmo Pestana, se mueve por “un credo inclusivo y de acogida a las personas que se encuentran en situación de exclusión social, una mano tendida a quienes vienen de fuera sin techo, sin alimento, sin recursos económicos”. El delegado del Gobierno en Canarias calificó la atención de las personas migrantes en riesgo de exclusión que lleva a cabo Ángel Manuel Hernández y su Misión Cristiana Moderna como un “despliegue de altruismo desinteresado”. Ángel Manuel Hernández recordó en el acto cuando recibieron la primera patera en 2018 y no había espacios para atenderlos y cómo se fue masificando el centro en la Isla.

Condecoraciones a cargos públicos del PSOE

El consejero de Administraciones Públicas, Justicia y Seguridad del Gobierno de Canarias, Julio Pérez, fue condecorado con la Encomienda de la Orden de Isabel la Católica, por su trabajo en la coordinación de la erupción volcánica de la isla de La Palma y el alcalde Augusto Hidalgo, por poner espacios públicos municipales ante la llegada de personas migrantes a Canarias.

El delegado del Gobierno en Canarias destacó que Julio Pérez ha demostrado tener “una actitud y capacidad necesaria para asumir todo el despliegue de recursos humanos y técnicos necesarios para dar respuesta ante la fuerza más incontrolada de la madre naturaleza, como fue la erupción volcánica de la isla de La Palma». El alcalde de Las Palmas de Gran Canaria, y candidato al Cabildo de Gran Canaria por el PSOE, recibió la Encomienda de Número de la Orden del Mérito Civil, que reconoce a personas que ejercen sus respectivas actividades con excelencia y virtudes cívicas, cuya laboriosidad o capacidad han puesto de manifiesto por el bien del interés general. Anselmo Pestana subrayó que este reconocimiento llega por la «iniciativa, la humanidad y la valentía del alcalde de Las Palmas de Gran Canaria, a la hora de facilitar espacios públicos municipales ante la llegada de personas migrantes a Canarias que vinieron buscando una mejor calidad de vida y un futuro digno, para ellos y sus familias».

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