Fuentes Curbelo pidió dinero a un empresario sin intermediarios

La juez rastrea 17 mordidas que fueron a distintas cuentas del exdiputado y la instalación gratis de placas fotovoltaicas

Juan Bernardo Fuentes Curbelo, tras su declaración judicial en Santa Cruz de Tenerife.

Juan Bernardo Fuentes Curbelo, tras su declaración judicial en Santa Cruz de Tenerife. / EFE

El Día

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Sin la participación de intermediarios, el exdiputado del PSOE en el Congreso, Juan Bernardo Fuentes Curbelo, llegó a pedir dinero directamente a uno de los empresarios con los que contactaba la trama investigada en el caso Mediador, cuya rama política supuestamente lideraba. Así lo desvela el auto que hizo público ayer el Tribunal Superior de Justicia de Canarias (TSJC), por el que Fuentes Curbelo quedó en libertad tras prestar declaración, del que ya se conocía que la juez que lo dictó lo hizo «por obligación legal», ya que no estaba de acuerdo con la decisión del fiscal de no pedir prisión provisional y advertía de que «existe peligro de destrucción de fuentes de prueba».

En esa resolución, la responsable del Juzgado de Instrucción número 4 de Santa Cruz de Tenerife detalla que, del análisis preliminar de los móviles intervenidos al exdiputado socialista, se colige que «mantuvo y mantiene en la actualidad conversaciones con parte de los investigados». Y pone como ejemplo las conversaciones que mantuvo con Antonio Bautista Prado, administrador de Cleanenergetic SL, a quien le pidió directamente que le llevara «un bolígrafo», término utilizado por la trama para referirse a dinero. También se han aportado a la causa mensajes que Alberto Montesdeoca, administrador de Quesería Montesdeoca, le envió al exdiputado socialista en los que le pide ayuda en diversas ocasiones para solventar favorablemente un expediente sancionador incoado su empresa.

La magistrada hace hincapié en la necesidad de realizar una investigación patrimonial de todas las cuentas que Fuentes Curbelo facilitó al mediador, Marco Antonio Navarro Tacoronte, para llevar a cabo esos ingresos, y que hasta la fecha no habían podido ser investigadas por su condición de aforado (hasta que renunció a su escaño en el Congreso, solo hubiera podido proceder contra él penalmente el Tribunal Supremo).

En el mismo auto, la juez María de los Ángeles Lorenzo-Cáceres detalla que el exdiputado le pasó al mediador la cuenta bancaria de la Asociación Deportiva de la Vega de Tetir, que preside, en once ocasiones, pero es que además le dio el número de su cuenta personal cinco veces, y en una ocasión, la de su asesoría. También remarca la instructora en que los beneficios obtenidos por el exdiputado no se limitarían a los pagos en favor del equipo de fútbol base que preside sino que «irían muchos más allá a través de otras prestaciones más agradecidas económicamente», como la instalación gratuita de unas placas fotovoltaicas en la finca que comparte con su esposa.

La magistrada considera que Fuentes Curbelo «ofrecía sus posibilidades a cambio de una contraprestación» y que «se prestó a cuantas situaciones le fueron puestas en suerte» por parte del mediador: se alojó en hoteles a cuenta de las empresas captadas; aceptó invitaciones en restaurantes y discotecas –citas que culminarían con fiestas con servicio de compañía en el club Sombras de Madrid–; y pudo haber procurado la ventaja o adjudicación en la resolución de diversos contratos o expedientes.