Canarias vuelve a sufrir un repunte de pateras con casi dos centenares de migrantes que han llegado a la costa norte de Lanzarote y a la Graciosa entre el sábado y ayer. La Delegación del Gobierno lo achaca a las buenas condiciones del mar pero, casualmente, coincide con la ruptura de relaciones de Marruecos con España por la ayuda sanitaria dada al líder saharaui Brahim Ghali. Aunque el dirigente del Frente Polisario comparezca ante la Audiencia Nacional, Marruecos quiere que España aclare su posición sobre el Sáhara Occidental, la antigua colonia española ocupada por el reino alauí desde hace 45 años y que está a la espera de que se celebre un referéndum de autodeterminación. Desde que España dio cobertura «humanitaria» a Ghali, Marruecos ha hecho fuerza alentando al cruce de la frontera de Ceuta. Ayer, coincidiendo con el comunicado de Marruecos, el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, consideró «absolutamente inaceptable» que Marruecos haya podido «atacar las fronteras» de Ceuta con el asalto de más de 10.000 personas como forma de protestar por un problema de política exterior.

La falta de espacio obliga a alojar a los migrantes llegados a Lanzarote en la Ciudad Deportiva

La llegada de pateras a las Islas se había atemperado pero en estos días se ha recrudecido justo en el momento en que Marruecos lanza la advertencia a España de que hay falta de confianza. La Delegación del Gobierno en las Islas insiste en que esta avalancha se debe al mar en calma y no a la tensa situación con Marruecos. Mientras tanto, el Cabildo de Lanzarote se ha visto obligado a alojar a los inmigrantes de las siete pateras que han llegado a la isla desde el sábado, a excepción de a los menores de edad, en las instalaciones de la Ciudad Deportiva, ante la falta de otro espacio donde ubicarles, según confirma la consejera de Bienestar Social, Isabel Martín. Hasta ahora, los migrantes que llegaban a la isla eran alojados en una nave que se habilitó en Playa Honda y que gestionaba Cruz Roja, tras ser alquilada por el Gobierno central. Sin embargo, por causas que Martín afirma desconocer, cuando se fue a hacer uso de la misma este domingo, «no estaba disponible». Desde el pasado sábado son 193 las personas que han llegado en patera a la isla, pero a los que declararon ser menores de edad, que son alrededor de una treintena, se les ha trasladado a los centros de menores, informa La Voz de Lanzarote. Así, serían unos 160 los que están alojados en la Ciudad Deportiva.

Solo ayer llegó un centenar de inmigrantes magrebíes a Lanzarote. La primera patera arribó casi al alba con 37 personas a bordo, entre ellas dos mujeres y un menor. Después alcanzó la misma franja de la costa de Haría otra embarcación con una treintena de personas. Mientras esta segunda operación estaba en curso, se detectaba una tercera patera navegando por El Río, como se conoce en Canarias al estrecho que separa La Graciosa de Lanzarote. La barquilla llegó al puerto de Caleta de Sebo, en La Graciosa, con 34 personas a bordo, entre ellas tres mujeres y tres posibles menores. Mientras las pateras siguen llegando, la presión migratoria se ha rebajado por el traslado de migrantes a la Península y de ahí al resto de Europa. Solo quedan en recursos de emergencia 1.785 personas de los 26.000 que han llegado entre el año pasado y lo que va del presente, sin contar con los .2600 menores, con lo que en torno a 24.000 migrantes ya han continuado con su tránsito a la Península porque las deportaciones están paralizadas.

Una ruta golosa

Coalición Canaria teme que las distintas rutas de pateras que convergen en Canarias desde lugares como Agadir, Tarfaya, El Aiaún o Dajla resulten «golosas» a Marruecos, en su interés de presionar a España. El portavoz de CC en el Parlamento de Canarias, José Miguel Barragán, explicó ayer que su partido observa con inquietud lo ocurrido en Ceuta y la «tensión» en las relaciones diplomáticas.