La Asociación de Agricultores y Ganaderos de Canarias (Asaga) reclama que se incluya al sector hortofrutícola en el reparto de los más de 1.100 millones de euros de fondos europeos que recibirá la comunidad autónoma para paliar los efectos de la crisis sanitaria y económica.

En un comunicado, Asaga alerta de la "dramática situación" que viven las empresas hortofrutícolas vinculadas a la hostelería y restauración, sobre todo aquellas ubicadas en el sur de Tenerife, cuyas ventas han experimentado "una fuerte caída" con hasta un 65% de pérdidas en ventas desde el inicio de la pandemia.

Estas empresas están especializadas en la comercialización de pepino, calabacín, calabaza, pimiento, tomate y berenjena, que, bien cuentan con infraestructuras propias para producir o bien se suministran de productores locales, detalla Asaga.

Ante este panorama en el que, además, se añade que "muchas" de estas empresas tienen actualmente parte de su plantilla en ERTE o en situación de paro, solicita al Gobierno de Canarias que se incluya al sector en el reparto de los fondos europeos.

"No es momento de discriminar a unos sectores en favor de otros porque Canarias, dada nuestra gran dependencia del turismo, es la región peor parada a todos los niveles", esgrime Asaga.

Abunda en que pese a que la actividad agrícola "ha sido y sigue siendo esencial" como abastecedora de alimentos frescos, las empresas hortofrutícolas que destinaban sus producciones a los hoteles y restaurantes del sur, al estar cerrados y con las restricciones en vigor, han experimentado un parón en sus ventas y "una caída estrepitosa" de sus ingresos.

Por eso, asegura que "una inyección económica puntual es ahora mismo la única vía posible para mantenerlas con vida" mientras se recupera la total normalidad, que "no sabemos lo que puede tardar".

De lo contrario, advierte Asaga, "el agujero del paro no solo será todavía mayor, sino que el tejido productivo de las Islas tardará tiempo en recuperarse o se perderá para siempre".

Las empresas afectadas, que solicitan una reunión urgente con la consejera de Agricultura del Gobierno de Canarias, señalan que están intentando canalizar sus producciones a través de otras vías como supermercados, fruterías y cafeterías, pero las cantidades suministradas no son comparables a las que destinaban a la hostelería.

Y además, en ocasiones se encuentran con que "no hay una apuesta firme por el producto local".

"Sin ventas, muchos empresarios del sector han optado por donar sus producciones perecederas a entidades sociales y, cuando no hay demanda, acaban por tirar a la basura las frutas y hortalizas o destruirlas en la propia finca", sostiene Asaga Canarias.