El triunfo del «UB», por Víctor Martín

FOTOS DE CÉSAR BORJA

B LA PALMA    76
melilla    66

UB La Palma: Bonhome (5), Martínez (13), Schaftenna (6), Palacios (17), Alvarado (11), -inicial-Odiakosa (5), Díaz (7), Rodríguez (4), Orfila (3) y Arrocha (5).

Melilla Baloncesto: Pakamanis (11), Fernández (9), Vega (8), Detrick (18), Foote (1), -inicial-, Jiménez (5), Montañana (3), Morales (-), Yebra (5) y Moss (6).

Árbitros: Palenzuela Pastrana y Millera Mas. Muy bien. Tienen un listón que mantienen hasta el final, sin dejarse influenciar. Millera ya no tiene esas actitudes chulescas de antaño. Es más veterano y se nota.

Parciales: 13-5, 23-15, 30-22, 38-29, -inicial-, 47-39, 49-47, 59-54 y 76-66.

Incidencias: Encuentro disputado en el pabellón multiusos de Santa Cruz de La Palma ante unos mil aficionados.

VÍCTOR MARTÍN , S/C de La Palma

Faltaban poco más de tres minutos. La Palma ganaba por 61-55. Suena la bocina. Frade hace cuatro cambios. De golpe. En fila de a uno… Puede parecer una simpleza, un arrebato de banquillo, pero es todo lo contrario. Esa decisión obedece a una forma de entender el juego. El “UB” y su técnico, sin razón aparente, llevaban semanas con el ritmo cambiado, olvidando sus raíces, pero ayer, importa un bledo (o como se diga) la victoria para tal valoración, volvió a ser el equipo de correr, meter manos, defender con solidaridad, tirar sin tomar oxígeno. Y, sí, ganó, es cierto, por 76-66, pero por el camino encontró el alma que lo engrandece.

La Palma salió sin pizarra desde el principio. Defendió con sacrificios, con ayudas, para coger el rebote y aprovechar el primer pase para salir corriendo en ventaja. Se puso 8-0, tras cinco puntos de Alvarado (¡vaya partido del “niño”!) y un triple de Martínez. Al Melilla, que tiene un buen grupo, se le hinchaban los pulmones. Gracias que tienen a Detrick y eso les permitió mantenerse dentro del partido. Eso sí, con 13-5, Carlos Frade (el domingo quería que se fuera y hoy prefiero que se quede, uno que es así de ventajista), sacó tres jugadores de cancha para evitar una caída de físico, lo que le permitió, con aros de Bonhome, Arrocha, Rodríguez y compañía irse de diez: 23-13. ¡Espere!, la clave de todo era atrás. Saber que tu hermano sufre y darle ayuda sin que te la pida. Ellos se sintieron incómodos, sin espacios, agobiados.

A la vuelta, La Palma mantuvo el ritmo. Con menos acierto, sí, pero con igual intensidad. No metió delante, pero apretó los dientes atrás para evitar canastas fáciles. Alvarado y Martínez se repartieron gran parte de los puntos locales, mientras que Montañana, Vega y Pakamanis tiraban del Melilla. No era brillante, pero te sentías identificado. Al menos, ayer sí, el “UB” se agarraba a la pista. Y con eso, ¡córcholis! (vaya, que salió) a veces nos vale. 38-29.

El tercer cuarto comienza con un detalle importante. Dani Rodríguez se lesionó y La Palma se quedó con un base. Eso, te desconcierta. Si tu pareja te deja, al menos un mes estás despistada y te sientes fea, triste y torpe. Pero luego… jeje. Eso. Palacios apareció en el arranque, también Martínez, pero ellos aprovecharon la “bajona” del rival para reducir diferencias. Fueron los minutos de Palacios, Pakamanis o Fernández. Bueno, 49-47.

En el último cuarto, La Palma fue dura. Creía en lo que hacía. Eso pasa cuando juegas a lo que sabes, ¿vale Frade? Comenzó con un 5-0 (triple de Martínez y canasta de dos de Palacios). Ellos dieron arreones, con Yebra, Jiménez y Detrick, pero el “UB” estaba “enganchado” hasta el punto de romper el partido a casi dos minutos para el final. Luego, el mister propio supo dosificar, “matar” el juego, para sumar un triunfo que nos saca, a todos, de la UCI.