La hipocreSía de unos y el doble mensaje de otros

Me están bombardeando a llamadas. Los que lo hacen forman parte de ese singular grupo de conocidos a los que nos une la pasión por el baloncesto. Desde la firma el pasado miércoles del preacuerdo he recibido las llamadas de cuatro políticos tinerfeños (dos del Cabildo, uno del Ayuntamiento de La Laguna y otro del Ayuntamiento de Santa Cruz), siete de directivos, consejeros y allegados al Tenerife CB SAD y al  CB Canarias, además de una veintena, más o menos, de aficionados que me preguntan:. «¿Qué crees que es lo mejor?.

Curiosamente, políticos y dirigentes coinciden en su apoyo al SÍ al preacuerdo, con argumentos tan sólidos como este: «Si salen los dos en LEB-Oro será un grave error que pagarán muy caro, pues el presupuesto (en el caso canarista) estará sobre los 800.000 euros, lo que condenará al entrenador a confeccionar una plantilla para luchar por la permanencia. Y el Tenerife CB SAD estará condenado a entrar en lo que señala la ley concursal, es decir, los acreedores presentarán sus cifras y la intervinción judicial o bien establece el orden a la hora de cobrar o decreta la quiebra de la SAD».

Luego está la preocupación de los aficionados, del Tenerife Rural y del Socas Canarias. Los blanquiazules tienen claro que, ante la deuda descomunal, el equipo no podrá salir en LEB-Oro la próxima temporada, ni con preacuerdo ni sin él. Es gente que conoce el basket de «toda la vida» y que sabe que en esta Isla, cuando se habla de unión, fusión, absorción, integración… jamás 2+2 suman 4. O lo que es lo mismo, los de la Cruz de Piedra p´rriba no quieren saber nada de los «ruralistas» y los que cantan Chicharrero de corazón odian el aurinegro y todo lo que se llame CB Canarias.

Por eso no me extraña lo más mínimo que ni unos ni otros, haciendo uso de los llamados sentimiento aurinegro y blanquiazul, apuesten, sin pensar en la gravedad de la situación económica, por no perder sus señas de identidad. Tienen derecho a ello, claro que sí, pero ¿a un precio tan considerable?

Después de escuchar a tantos amigos y conocidos llego a estas conclusiones: 1ª La Isla de Tenerife está «condenada» a que en la élite sólo exista UN EQUIPO. 2ª La situación económica y deportiva del CB Canarias y del Tenerife Rural invita a optar porque la bandera aurinegra sea la que ondee en lo más alto del basket tinerfeño, bien mediante el «PREACUERDAZO» o, como quieren muchos seguidores del Rural, por decisión natural, es decir: desaparición de la SAD y el canon ACB. 3º Noto dos mensajes bien distintos en determinados personajes, pues eso de «todavía no está todo dicho» , pronunciado por Fran Padrón a sus accionistas (más preocupados éstos de no unirse al «enemigo» que de ver la solución a su crisis económica), me lleva a pensar que aquí, como sucediera en el 96, hay gato encerrado. Hay mucha falsedad. Hay letra pequeña que sólo sacarán a relucir cuando la cosa se ponga en marcha.

Y acabo con una duda:  ¿Qué decisión tomará Dámaso Arteaga sobre el futuro inmediato del Tenerife CB SAD si los socios canaristas dicen NO al preacuerdo? ¿Lo dejará «morir» porque el Cabildo no se hará cargo de la deuda o decidirá darle la misma subvención a uno y otro equipo aunque militen en distintas categorías? Porque si esto sucediera así, es decir, un dinero para el Canarias, que saldrá en la LEB, y la misma cantidad para el Tenerife Rural, que lo hará en la EBA ¿para qué tanta parafernalia de PREACUERDAZO?

Mi experiencia me lleva a pensar que mientras en el Cabildo Ricardo Melchior y el consejero de Economía y Hacienda no quieren tirar un euro más al saco sin fondos llamado Tenerife CB SAD, otros no desean que el hijo que parieron en el 96 se les muera. ¿Será por esto lo de las lágrimas y emoción de Dámaso Arteaga en la junta de accionistas?

Yo le doy una solución razonable a los políticos que pretenden decidir por los socios y aficionados: que salgan de sus bolsillos, o del patrimonio de los que malgestionaron la SAD,  las perras necesarias para paliar los 200 millones de pesetas que debe el Tenerife CB SAD y, de paso, que el Cabildo subvencione con lo que la crisis le permita al REPRESENTATIVO.