Recordando a PETE BUDKO

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De ‘5’ en La Laguna a ‘broker’ en Manhattan


 No muy feliz el fichaje de Pete Budko por el Lucky Canarias (actual Iberostar Tenerife) en la lejana temporada 84-85. Se le incorporó como jugador experimentado en la NCAA y en Europa, con mucha presencia en el centro de la zona, pero su aportación no fue suficiente para sacar al equipo lagunero de las últimas posiciones, descendiendo finalmente (dos cambios de entrenador incluidos).

Budko llevaba el basket en la sangre, de eso no cabe duda. Su padre, Walt Budko, combatió en la Segunda Guerra Mundial (en las aguas del Pacífico) y unos años después, entre 1948 y 1952, jugó para los Baltimore Bullets y los Philadelphia Warriors un total de 253 partidos (8,1 puntos y 5,4 rebotes).

Después nació Pete, que pasó sus cuatro años de universidad en North Carolina (1978-81, justo hasta la llegada de un tal Michael Jordan). Sus buenas actuaciones le situaron en la cuarta ronda del ‘draft’ (número 93), elegido por los Dallas Mavericks. No tuvo hueco en su plantilla y se vino a Europa. A Canarias llegó procedente del Caen francés cuando parecía que la temporada la iba a empezar Derrick Phillips, que estaba a prueba. Curiosamente, Budko se incorporó al equipo en un lugar tan exótico como Taiwán, donde estaba disputando un torneo de preparación.

19,3 puntos y 8,5 rebotes fueron sus medias en el mítico pabellón del Colegio Luther King no fueron suficientes. Más críticas recibió Jeff Jenkins, el otro americano que sería sustituido por Eddie Phillips. Budko era un ‘5’ grande para la época (2,08), aunque quizás algo lento y rudo en sus fundamentos. Algo que se recuerda intensamente de él era su lanzamiento de tiros libres: lo hacía en suspensión y bastante por detrás de la línea. Su porcentaje, pese a la heterodoxia, no era malo (un 70%).

En El Mundo Deportivo le entrevistaron en plena temporada preguntándole por los problemas del equipo y los suyos propios. “El nivel del basket español es alto y la competencia, terrible. Cuando jugaba en Francia tenía algunas referencias, pero de cerca es mucho más interesante y el nivel de mis compatriotas es altísimo”, comentaba. Sobre su papel, sostenía que “hago el trabajo que me manda el entrenador. Mi posición es la de pívot, pero también puedo salir algo fuera para tirar. El equipo necesita de mis rebotes y me esfuerzo lo máximo en cubrir este campo”. Negaba ser un especialista: “Me definiría como un jugador que sabe hacer algo de todo y siempre está dispuesto a cubrir las necesidades del equipo, pues en algunos momentos necesitaremos los puntos, en otros más rebotes…”.

Jugó algunos años más en Europa y después centró su vida en el mundo financiero, donde ha ostentado distintos cargos de mucha importancia según su perfil en bloomberg.com. Por lo que se lee en la red, ha manejado como director general fondos de muchos millones de dólares desde el mismísimo corazón de ese sector en Manhattan.