«Razones de peso para cortar a Nenad Markovic», artículo de opinión

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Aunque algunos señores del baloncesto traten de defender algunas situaciones, con argumentos tan pobres como. «Cuando se gana es por los jugadores y cuando se pierde se le echa la culpa al entrenador», lo cierto es, bajo mi modesto punto de vista, que la destitución de Nenad Markovic es la mejor decisión que ha podido tomar el CB Canarias. Admito que Markovic no puede saltar al parquet durante un partido y defender, correr, pasar bien o meter puntos, pero es que su trabajo, respetado en su totalidad, no ha sido el más indicado para que el EQUIPO rinda al nivel que se le debe exigir mirando la composición de su plantilla.

Minutos después de caer «humillados» por el Morabanc Andorra en su cancha del Principado, titulé: «NO TENEMOS ENTRENADOR». Recibí algunos «consejos», tales como que estaba siendo injusto con el entrenador; que no le estaba concediendo el tiempo de ¿cortesía? para que se adaptara a la competición; que escribía en «caliente» tras una derrota inesperada, etc,etc.

Pasaron las semanas y si bien en Europa se jugaba con más acierto, y se ganaba, en la competición doméstica seguían llegando las derrotas -Real Madrid, Zaragoza y Obradoiro- dando una buena imagen en los primeros tiempos, para ofrecer todo lo contrario en los segundos.

Porque si lo de Andorra fue un mazazo inesperado cuando el rival, anotando apenas 5 tantos en el primer cuarto parecía pedir a gritos «¡gáname el partido!», en Zaragoza se permitió que un jugador, que en 20 minutos solo había aportado 2 puntos y tenía ya tres faltas, saliera cuando se ganaba con autoridad para anotar la friolera de 30 puntos en 14 minutos, sin que el entrenador ofreciera remedio a tan dolorosa situación. ¿Soluciones? muchas. Sacar a Vrabac y convertirse en la sombra de Gary Neal aunque le cayeran las cinco faltas encima, una de ellas.

Siete días después, en la Fonte do Sar, se planta dura batalla al Obradoiro en los tres primeros cuartos, con remontadas incluidas, para encajar un 19-4 en siete minutos del último cuarto, con el escándalo, al menos así me lo pareció, de ver cómo Nenad Markovic «daba oxígeno» a Moncho Fernández al pedir un tiempo muerto ¿? cuando se había establecido un 0-7, el rival perdía la posesión en ataque y jugábamos para irnos de 4 o de 5 si se anota un triple. 

También hay que recordar cómo en el partido en casa contra el Valencia Basket y cuando se estaba en situación de sorprender al campeón de Liga el entrenador optó por dejar en el banquillo al base Rodrigo San Miguel, manteniendo en pista como «uno» a Davin White, que además de perder dos balones ante la presión del base rival retenía en el tiempo el cuero. En aquellos minutos de la verdad también dejó sentado a Mateusz Ponitka, cuando su presencia hubiese sido determinante. En aquella ocasión titulé: «Este partido lo perdió Markovic».

Voy más lejos, las sensaciones que ofrecía el grupo no eran las más idóneas. No existía «feeling». No había buen rollo. Y no me lo invento, ni juego a adivino. 

Estas vivencias, las sensaciones no positivas, también llegaron al club que, aprovechando el parón liguero como consecuencia de las ventanas FIBA, actuó ligero para contratar a un entrenador con mucha experiencia en la ACB. Un Fotis Katsikaris con ese genio de los griegos, capaz de dar un golpe en el suelo o decirle al jugador, directamente a la cara, que lo está haciendo mal. Lo hemos vivido y gozado en los partidos cuando dirigía a Valencia Basket, Bilbao Basket y UCAM Murcia.

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FOTO DE VAVEL.COM

Es todo carácter. Es todo BA-LON-CES-TO. Un fichaje ganador para una plantilla que, insisto, poco tiene que envidiar a la del curso tan maravilloso como el 16/17. Porque si bien nos falta un «matador» de tres como era Aaron Doornekamp (Tim Abromaitis lo intenta), se fichó a un Mike Tobey que supera a Bogris; a un Mateusz Ponitka que hace olvidar a Marius Grigonis…

Eso sí, solo nos falta que Rosco Allen juegue en el Iberostar Tenerife al buen nivel que lo hizo en el Obradoiro o lo hace con la selección de Hungría. Y que Vrabac encuentre en el nuevo entrenador esos minutos que le permitan demostrar el baloncesto que lleva dentro y que el viernes evidenció ante Rusia en sus 19 minutos de parquet. 

Llega Fotis Katsikaris y con él una gran dosis de ilusión y de esperanza para un futuro inmediato. No sé si llegaremos a tiempo para subirnos al tren de la Copa del Rey, pero al menos que con su trabajo diario y dirección de partidos permita al aficionado volver a ver jugar al Canarias de toda la vida. Ese que baja el culo en defensa, que vive el contraataque y que mata al rival con el descaro ofensivo, bien desde el exterior o permitiendo que los bajitos jueguen con los altos como hiciera en Montenegro Quin Colon o Albert Olivé con Fran Vázquez.

 

Un comentario en ««Razones de peso para cortar a Nenad Markovic», artículo de opinión»

  • el 26/11/2017 a las 8:49
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    Justo esa frase de se gana por jugadores y de pierde por el entrenador me dijeron. No es así se perdía por el entrenador y se ganaba por suerte, concentración, peor nivel del rival, pero pocas veces se ganó por juego.
    El primer partido de pretemporada en Arona frente al Granca se vio una primera parte con un equipo bloqueado y empeñado en realizar sistemas ofensivos sin encontrar fluidez y desde ahí se ha evolucionado hasta la anarquía total sin sistema de juego ofensivo con 4hombres abiertos y con el interior realizando un bloqueo por encima del poste alto, sin circular la bola int-ext y con White y su yo-yo particular durante 15 segundos.
    Es por eso que creo que no estaba a la altura.
    Esperemos que Fotis (no Lampropoulos, por suerte) escuche a los entrenadores y aplique lo que funciona.
    Defensa sin concesiones y fluidez en ataque con mínimo un pase interior y después movimiento de balón rápido hasta buscar la mejor opción más situaciones de 2×2 para generar ventajas. El 1×1 a lo loco (tónica actual) debe dejarse para momentos puntuales.

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