«El coste de la plantilla del CB Valladolid, el salario mínimo y los atajos legales», artículo en «El Contraataque»

Inscripción sobre la bocina presentando precontratos de jugadores, derrota previsible a domicilio contra el campeón de liga por 34 puntos de diferencia, huida de uno de los jugadores importantes tras una semana de competición y se desvela por parte del diario deportivo más leído de España el coste real de la plantilla y el cuerpo técnico del equipo. Así han sido las últimas tres semanas del CB Valladolid, después de la dimisión de su presidente, Mike Hansen, al comprobar que la realidad económica impediría la viabilidad económica del club en el corto plazo. Juan Vela, presidente del club, anunciando que tenían cuatro vías de negociación para alcanzar un contrato de patrocinio del CB Valladolid. Ni está el patrocinador ni se le espera, en una economía marchita que debe cumplir los compromisos de pago alcanzados tras el concurso de acreedores. Un simple impago y denuncia supondría la liquidación del club.

Tras la firma del contrato de Ricard Casas se desveló internamente por fuentes cercanas al entrenador su retribución, 40.000 euros brutos para esta temporada. El salario mínimo recogido en el convenio colectivo de entrenadores asciende a 134.000 euros. Casi un 70% del mínimo estipulado. Conviene resaltar que el salario mínimo descendió la temporada pasada tras un acuerdo entre ACB y AEEB, asociación de entrenadores, para la revisión del convenio. Los entrenadores renunciaron al incremento de su salario anual del IPC más 5 puntos, a cambio de una garantía de cobros por parte de la ACB en caso de incumplimiento en las obligaciones de los clubes. Una temporada después se desvela la cifra a percibir por parte de Ricard Casas sin que nadie cuestione lo sucedido.

En la Supercopa celebrada en Vitoria fuentes de la AEEB aseguraron que el contrato que ellos disponen de Ricard Casas presenta la cifra de 134.000 euros brutos a percibir esta temporada. Fuentes de la AEEB reconocen que ellos velan por el cumplimiento del convenio, matizando que ellos no pueden hacerse responsables a la hora de gastar el dinero por parte del beneficiario. Es decir, Ricard Casas debe percibir 134.000 euros pero a la vez es libre de gastar 94.000 euros en lo que sea, una salvedad muy importante o el atajo legal nunca aclarado por parte de CSD, ACB, FEB y AEEB. Un atajo legal que puede poner en duda el espíritu de la redacción de un convenio colectivo.

Según la información del Diario Marca, el coste de plantilla y cuerpo técnico asciende a 580.000 euros. De ser cierta la cifra la cantidad presuntamente atenta contra lo estipulado en los convenios. En el caso de los jugadores se debe partir del convenio anterior puesto que el acordado en la previa de los play offs de la temporada pasada todavía no está firmado, es más, se continúa negociando puesto que hay disidencia en la redacción final de un artículo. Será para la próxima temporada que el nuevo convenio de jugadores se pueda aplicar, por el momento los salarios mínimos,  los derechos de tanteo y los derechos y obligaciones adquiridos por parte de clubes y jugadores se rigen por el Convenio Colectivo firmado en el año 1993.

El CB Valladolid tiene firmados a siete jugadores con una edad superior a los 25 años. El salario mínimo estipulado según el Artículo 12 del Convenio asciende a una cifra cercana a los 60.000 euros brutos anuales para cada uno de ellos. Por otra parte en la plantilla hay un jugador de 24 años, Vijhmalsson, cuya retribución mínima debería ascender a 50.000 euros aproximadamente. Por Iván Martínez y Omary Johnson, ambos de 23 años, su retribución mínima deberían ascender a 36.000 euros para cada uno de ellos. Por Antonio Izquierdo, su retribución mínima según el convenio colectivo de jugadores ascendería a 28.000 euros brutos anuales.

La suma total de la plantilla del CB Valladolid, partiendo de lo estipulado en el Convenio Colectivo, debería ascender a una cifra de 570.000 euros. Sumando la retribución mínima del entrenador la suma total ascendería a 704.000 euros brutos más la seguridad social de cada uno de ellos, cuya base máxima son 3.420€ obligaría a una suma total superior a 740.000euros. Sin contar el resto de cuerpo técnico, donde se incluye al segundo entrenador Antonio Pérez, el tercer entrenador Daniel Pérez, el preparador físico Javier Hernández Bello, el doctor Javier Alonso y el fisioterapeuta Miguel Angel Salcedo. Es decir, el coste del equipo cuesta 160.000 euros menos de lo correspondiente a lo establecido en los convenios colectivos firmados con ACB.

No obstante existe una salvedad que beneficia en exceso al CB Valladolid, una salvedad que figura en el Artículo 12.1 del mismo convenio. En esa cláusula se reconoce explícitamente que Sin perjuicio de lo dispuesto en el epígrafe anterior, un jugador de veintidós o más años podrá convenir con su club una retribución anual mínima inferior a la que por edad le corresponda, aunque nunca menor al salario mínimo establecido para la edad de 20-21 años, quedando en este caso facultado el jugador para resolver unilateralmente el contrato, sin que entren en juego las compensaciones previstas en el siguiente artículo 16, si presentase una oferta superior de otro club o SAD perteneciente a la ACB dentro de los quince días hábiles siguientes a la firma del mencionado contrato.”  Dicho de otra forma, cualquier jugador que forme parte de la plantilla del CB Valladolid puede aceptar firmar una retribución inferior a lo estipulado con un mínimo de los 28.000 euros brutos anuales teniendo la libertad de rescindir el contrato a los 15 días de la firma del mismo si presenta una oferta de otro equipo ACB.

Pese a la salvedad y siempre según la información del Diario Marca, Iván Martínez y Antonio Izquierdo percibirán menos que lo estipulado para jugadores menores de 21 años, una cifra de 14.000 euros brutos.  Partiendo de lo reflejado en el Artículo 12.1 el coste del equipo ascendería únicamente a 308.000 euros; lo mínimo real para una plantilla de 11 jugadores, a sumar la Seguridad Social y el coste del cuerpo técnico. Una cláusula a la que puede aferrarse el CB Valladolid para no cumplir la normativa. Un recurso más propio de la Doctrina del Método FEB que de la presuntamente la mejor liga de Europa.

Sígueme en Twitter elcapitaenciam