«Batacazo del Menorca en casa», titula el diario Última Hora

Arteaga pugna por un rebote ante Donaldson y Rost. FOTO:  Tolo Mercadal

El Canarias cercena la buena dinámica del Menorca Bàsquet

Xisco Cruz | ÚLTIMA HORA

Era el día para darle un mordisco a la liga, para sacar definitivamente la cabeza del agua. Llegaba el Menorca a la cita con el líder abrazado a su mejor momento, luego de zurcir tres victorias consecutivas. Pero el equipo de Berrocal se llevó un chasco. A pesar de que logró bajar las revoluciones del partido, imponer su estilo y sacar de contexto a Donaldson, con eso no le alcanzó para tumbar al Iberostar Canarias. Una dolorosa técnica a Blanch al final del tercer cuarto y una secuencia de triples al final, cuando el Menorca Bàsquet estaba levantando de nuevo el castillo, fueron una carga excesiva.

Los 29 puntos del tercer período y un parcial definitivo de 0-9, cuando el encuentro caminaba por la cornisa, le dieron carrete al buen momento del Canarias, que echó mano de su quinteto titular cuando más lo necesitó. Con 5 tipos sobre los 10 puntos, poco importó que hasta tres jugadores de banquillo se quedaran a cero. Entre otras cosas, porque el Menorca no tuvo una buena dirección y porque su tiro exterior fue una broma de mal gusto (62-72).

El inicio fue de vértigo. Menorca y Canarias eran dos equipos miméticos; mucha carga de juego interior, bases a la carrera y ataques fluídos. La fuerza de Otegui y la solvencia al poste de Arteaga lograron detener el primer golpe del Tenerife, que salió con vigor (6-9). El grupo de Alejandro Martínez buscaba una y otra vez a sus hombres altos, pero Guillén y Donaldson estaban desactivados. Levi Rost asumió el relevo en ataque con dos triples, mientras del perímetro del Menorca no había noticias. Arteaga era el faro y Otegui y Guillén desfilaban al banco por faltas. Tras un aseado arranque, el encuentro se perdió entre errores, pequeñas batallas individuales y defensas con cuerpo (14-17, primer cuarto).

El Menorca Bàsquet había logrado su primer objetivo, que era parar la producción ofensiva del Canarias. Pero se había olvidado de anotar. Entre otras cosas, porque Blanch, Navarro y Matalí no tenían suministro. En cinco minutos del segundo período el marcador apenas se movió (16-19). Las segundas unidades estaban en pista y eso no ayudó a mejorar el colapso general. En esas, un par de acciones de Matalí y un triple de Dani Pérez sacudieron el encuentro (24-19). Donaldson y Guillén volvieron a pista, pero el pívot de Pittsburgh seguía fuera de servicio. Un triple de Guillén acercó al Canarias y castigó a un Menorca que, al final del segundo parcial, doblaba en valoración a los tinerfeños (31-28, descanso).

El tercer cuarto fue un monólogo de Richotti, declamado a golpe de suspensiones. Una tras otra hasta llegar a los 10 puntos, que dieron un giro inesperado al partido. Con el Menorca desquiciado por el arbitraje, el Canarias empezó a recobrar sensaciones. Entre otras cosas, porque pudo correr (39-44). Berrocal detuvo el encuentro a 3’55» y Navarro y Arteaga corrigieron el marcador. Pero el colectivo canario encajó bien la bofetada y se rehizo gracias Rost y Guillén, muy finos en ataque. Con el duelo muy equilibrado y a falta de 7´´, una falta más técnica a Blanch le dio un revolcón al choque. Levi Rost anotó 4 tiros libres consecutivos y Richotti anotó en la acción posterior, dejando el marcador en 49-57 al final del tercer período.

Con la grada incendiada, el Menorca se levantó gracias a una canasta de Otegui y a un triple de Blanch, algo que obligó al técnico visitante a detener la cita a 7’54» con 54-57. Bajo la tutela del pívot de Pasajes el equipo de Berrocal volvió a meterse de lleno en el corazón del partido, pero el Menorca era incapaz de darle la vuelta al calcetín. Así que el Canarias, que seguía gobernando el duelo, dio un arreón final gracias a los triples de Rost y Sabat (57-67 a 1’52») mientras Arteaga y Morentin erraban un tiro tras otro. Ese fue el fin.