La crónica del derbi en la prensa «canariona»

1617_IBT_HGC (1).

CANARIAS7

El Granca asalta el Santiago Martín

El plantel claretiano firmó un parcial 0-17 en una recta final de ensueño en el segundo cuarto para tumbar al Iberostar

Óliver Suárez Armas

El Herbalife Gran Canaria venció ayer al Iberostar Tenerife por 60-70 en un compromiso de rivalidad regional trabado, vibrante e igualado, en el que el cuadro claretiano impuso su ritmo y tuvo paciencia para conquistar el Santiago Martín, donde no ganaba desde la temporada 2012-2013.

La fiesta del baloncesto canario no defraudó, con dos de los equipos más en forma de la Liga Endesa desgastándose en defensa para minimizar las virtudes de su rival.

Había ganas de revancha en el Herbalife Gran Canaria tras la derrota de la primera vuelta, en plena celebración de la Supercopa, y el plantel claretiano pudo devolver el golpe a un Iberostar Tenerife que, como suele suceder en estos casos, falló a la hora de asumir su papel de favorito por primera ocasión.

Los ataques largos se impusieron a las defensas en el arranque del partido (4-4). Ambos conjuntos se tanteaban, con duelos individuales intensos y agresivos, mientras que Kuric dio la primera renta a los claretianos a 6.30 para el final del primer cuarto.

Un colosal Fran Vázquez, con seis puntos, y un triple del infalible Doornekamp devolvieron el mando del partido al Iberostar Tenerife  (11-8 a 5.40).

Ambos entrenadores cambiaron a sus directores de juego San Miguel y Oliver, dando entrada a los eléctricos White y McCalebb para controlar el ritmo.

De nuevo Vázquez, con diez puntos ya, con su tiro característico desde cinco metros al que el letón Anzejs Pasecniks no llegaba a puntear, asumió galones en la ofensiva aurinegra (15-10).

Sin embargo, O’Neale respondió desde la línea de 6,75, pero Vázquez, con 12 puntos ya, se erigió en el auténtico dueño de la pintura. 12 puntos en siete minutos firmó el exinterior amarillo (17-13 a 3.10).

McCalebb, con molestias tras el partido europeo ante el Montakit Fuenlabrada, pidió al técnico manchego el cambio por ese dolor que le impidió preparar el derbi en las mejores condiciones. Fue atendido por los fisioterapeutas antes de retornar a una batalla que no quería perderse el de Nueva Orleans.

La defensa al límite aurinegra desactivó el perímetro claretiano, que sufría de lo lindo por el esfuerzo coral local en las ayudas y en el contacto, al tiempo que el internacional griego Bogris tomaba el testigo de Vázquez para conservar la renta de cuatro puntos al término del primer cuarto (21-17).

Coqueteando con el liderato de la máxima competición nacional, el Iberostar Tenerife, llevado en volandas por un repleto Santiago Martín, tenía al Herbalife Gran Canaria contra las cuerdas y White daba la máxima ventaja en el arranque del segundo acto tras convertir un triple (24-17).

Pablo Aguilar, Bo McCalebb y Richard Hendrix irrumpieron para apretar el marcador (26-23), después de mejorar el cuadro de Luis Casimiro en el rebote.

No circulaba el balón con la claridad de otras ocasiones y el Iberostar Tenerife se empleaba a fondo en el rebote para evitar las segundas opciones. El plan de Vidorreta daba efecto y, tras un mate de Abromaitis, la escuadra tinerfeña recuperó los siete puntos de ventaja (30-23 a 4.53).

parcial 0-17. Casimiro pidió tiempo muerto para buscar soluciones y, a pesar de proseguir sufriendo en los duelos individuales, Aguilar, O’Neale y Kuric lideraron un parcial 0-8 para voltear el marcador   (30-31 a 2.14).

No estaba cómodo el Herbalife Gran Canaria  en el parqué del recinto de La Laguna, pero un 3+1 del francotirador de Indiana, con 11 puntos al descanso, alimentó la ilusión de los aficionados desplazados a Tenerife (30-35 a 1.57), ampliando un parcial que ya era 0-12.

Vidorreta intentó frenar el arreón grancanario, pero el Granca recuperó sensaciones y la torre croata Darko Planinic anotó un 2+1 para seguir aumentando la diferencia (30-38 a 1.14).

Y, a continuación, un gancho marca de la casa del experimentado Oliver colocó los diez puntos de renta (30-40) en un parcial 0-17, aunque Doornekamp dio oxígeno a los locales al descanso (32-40).

Tras la reanudación, ambos equipos mantuvieron la intensidad defensiva, saltando chispas en cada bloqueo. Planinic permitía segundas opciones a un Herbalife Gran Canaria que no las desaprovechaba (33-42).

El guion cambió y ahora era el Iberostar Tenerife al que le costaba  ver aro en cada posesión. Una técnica al lituano Grigonis por protestar una falta en el rebote defensivo con O’Neale fue culminada por Salin y McCalebb        (35-45 a 6.48).

La clarividencia amarilla, sin precipitarse en ataque y mejorando en la circulación de balón,  empezó a decantar un compromiso en un fortín en el que solo había ganado el Unicaja en el presente curso liguero, pero el plantel local se aplicó para endurecer aún más su defensa y, de ese modo, intentar entrar en el partido. Sin acierto en el triple, faceta en la que era el segundo mejor de la competición en porcentaje, Abromaitis golpeó en la zona a los visitantes (39-45 a 4.48).

Aguilar y Pasecniks relanzaron al Herbalife Gran Canaria en un momento en el que la afición tinerfeña apretó de lo lindo               (42-51 a 2.01), junto a la defensa asfixiante de Rabaseda a White.

En el último acto, la precipitación del Iberostar y una técnica a Txus Vidorreta por protestar unos pasos señalados a Doornekamp permitieron a Albert Oliver poner en órbita a su equipo (47-58 a 7.10).

El choque estaba de cara para los amarillos, pero Bogris, con cuatro puntos seguidos, capitaneó el último impulso del Iberostar Tenerife (53-62 a 3.11 para el final), pero Casimiro solicitó tiempo muerto para evitar sustos y puso a Pasecniks en pista por un combativo Planinic.

El pívot letón capturó dos rebotes capitales y, desde la línea de tiros libres, multiplicó las opciones grancanarias de vencer en Santiago Martín tras caer en finales ajustados en las últimas tres campañas.

Una pérdida de balón de O’Neale la aprovechó Doornekamp para hacer creer a su equipo y a la afición en la remontada (58-64 a 1.24).

El capitán Báez, McCalebb y Kuric sellaron el duodécimo triunfo liguero en vísperas de la esperada Copa del Rey (60-70).

1617_IBT_HGC (34).

LA PROVINCIA

El Granca niega al Canarias

Los amarillos tumban al Iberostar, segundo clasificado de la tabla, en el Santiago Martín y recupera el pulso en el Archipiélago

Eduardo López

La última canción que sonó en el Santiago Martín de La Laguna antes de que arrancara el derbi canario era toda una declaración de intenciones. El Voy a pasármelo bien de los Hombres G fue el preámbulo al salto inicial. El Iberostar Tenerife, revelación de la Liga Endesa, segundo clasificado (15-4 antes de la derrota de ayer), peleando el liderato con el Real Madrid, no quería parar. No quería hacerlo ante el Granca, su contrincante más puro en las Islas; al que ya amargó en el Arena. Pero el Herbalife se empeñó en negar al Canarias. Y lo consiguió.

Porque el conjunto amarillo, en un partido de tanteo pobre, más intenso que visual, sacó una victoria de oro (60-70), recuperó el basket average ante un rival directo en el Playoff y se hinchó de moral antes de encarar la semana de la Copa del Rey tras tumbar al Iberostar Tenerife en su casa. Los de Luis Casimiro, en un lugar donde los locales sólo habían besado la lona una vez en toda la competición, se hicieron grandes para recuperar el cetro del baloncesto canario.

Y es que pocas cosas hay peores en el deporte que enfrentarte a un equipo en racha, crecido. Si encima le añades que te topas con él en su feudo, ante un público enloquecido, con ganas de victoria y en pleno derbi, el asunto se complica un poco más. Eso fue lo que se encontró en Tenerife el Herbalife Gran Canaria cuando pisó el Santiago Martín. Porque ante sí, el Granca se chocó con un equipo que puede sacar pecho a estas alturas del año; el Iberostar Tenerife, segundo clasificado de la ACB, con un balance escandaloso, quería hacer gala de su condición de ser, a día de hoy,el equipo que manda en el Archipiélago -al menos en la tabla clasificatoria, un honor que aguanta-.

Ante un escenario tan peligroso como ese, tan propicio para el abismo, el Herbalife salió concienciado de no perder el control del partido demasiado pronto. Quizá por eso, Luis Casimiro optó por jugar el primer cuarto con la batuta de Albert Oliver sobre el parqué -unido a los problemas físicos de McCalebb-, principal novedad de un quinteto donde también figuró Kuric -máximo anotador con 15 puntos-.

En ese arrebato inicial del Canarias, tan esperado como casi inevitable, el Granca aguantó. Se sostuvo, no sin problemas, con un reparto de canastas que valió para tantear muñecas y aros (6-6, min.3). Todo con un elemento diferenciador: Fran Vázquez. El pívot gallego salió excitado. Lo que hizo el de Chantada tras la apertura del telón fue de cine. Y es que el lucense se marcó 12 puntos en base a un 6/6 en tiros de campo. Mates, media distancia,tras rebote ofensivo… De todo. Una auténtica máquina.

Precisamente, un par de canastas seguidas de Vázquez empezaron a irritar al Granca, que veía como el partido podía complicarsele pronto, justo eso que quería evitar a toda costa (15-10, min. 7). Supo reaccionar, por instinto, y mantuvo el tipo ante una defensa pegajosa, sin apenas fisuras, dura como la que planteó el Iberostar. Los de Vidorreta parecían más sueltos, espoleados por su público, con más viveza y alegría con el balón; en contra, el Herbalife andaba cortocircuitado, guiándose a impulsos. Un andar que le bastó para llegar a un final de cuarto apretado, que Bogris alargó hasta los cuatro puntos de ventaja para los tinerfeños (21-17).

No patinar al inicio del segundo periodo volvía a ser vital. Un triple de Davin White levantó a La Hamburguesa. Un lanzamiento que no auguraba nada bueno para el Granca. (24-17, min 11, siete abajo en el marcador). Los amarillos se empecinaban en encontrar el camino, pero el Iberostar, siempre agresivo de cara al aro e incómodo en su zona, no lo ponía fácil. En el tira y afloja del marcador, jugando a la goma, el Herbalife se volvió a ver con otro menos siete (30-23, min. 16).

El Granca necesitaba un estímulo, un chispazo para revertir la tendencia en el marcador. Luis Casimiro paró el partido y arregló los cables. Fue un tiempo muerto perfecto. Porque si el Granca anhelaba un impulso, lo encontró y de qué manera. Tras el parón, el cuadro claretiano selló su aro y se prendió; encadenó un parcial de 0-17 que volteó el marcador y bajó los decibelios del Santiago Martín.

Momento Kyle

Si en el primer cuarto la chispa fue Vázquez, en el segundo fue Kyle Kuric el que levantó la mano para pedir paso. El escolta formado en Louisville sacó su mano para sumar siete puntos seguidos que levantaron el ánimo del Granca. Primero, con un triple que colocó al Gran Canaria por segunda vez por delante en todo el partido (30-31, min. 18); después, con un 3+1 que sacudió a un equipo que expuso su lado más indomable (30-35, min.19). El Herbalife había recuperado el timón.

Sobre ese parcial de 0-17 cimentó el Granca su victoria. Sólo un triple de Aaron Doornekamp tras un canastón a aro pasado de Albert Oliver evitó que el Herbalife se llevara una renta en el marcador de dos dígitos al descanso (33-40).

En la reanudación, el Iberostar Tenerife intentó agarrarse a una de sus armas claras: el 6,75. Sin éxito en ese amago de enmienda, el partido se embarró. Los de Vidorreta tampoco encontraban demasiadas opciones por dentro. A Vázquez se le acabó la magia -fruto en parte de la mejoría defensiva de Pasecniks, con una lectura- y su equipo menguaba. Desgastaba el Granca desde su defensa, con Aguilar dando buenos golpes y rentas siempre en torno a los diez puntos (35-45, min. 23 y 39-49, min. 27).

El partido estaba ramplón. Entre falta y falta, el tiro libre se convirtió en el recurso válido de uno y otro equipo. Pasecniks, asistido por Kuric, cerró el telón del tercer acto con una buena finalización en un momento donde el Granca se agarró de nuevo a su defensa y al arrojo de Aguilar -defensor como nunca-. Once puntos de ventaja (44-55) y partido por rematar.

Al Granca le quedaban diez minutos para conseguir cerrar su victoria en el derbi canario; pero, también un triunfo de prestigio en casa del segundo, en un pabellón que se le resistía desde hacía tres temporadas -no ganaba el Granca en La Laguna desde 2012-. El Herbalife aumentó la ventaja a los 13 puntos (47-60, min. 35) y se dedicó a administrar el marcador con inteligencia -excepto por algún desliz final de O’ Neale-. El Santiago Martín se incendió, empezó la guerra de presión al trío arbitral en el banquillo y Vidorreta perdió la pugna. Una antideportiva a Doornekamp por interferencia y una técnica al banquillo local, allanó el camino al Granca (58-65, min. 39). Al final, baile del Herbalife. Y como aventuraba la canción, alguien ayer se lo iba a pasar bien.

161_002.

TINTA AMARILLA.ES

Gran Canaria se toma la revancha

El derbi vuelve a ser amarillo tras el triunfo en el Santiago Martín. El equipo de Luis Casimiro arregló el partido con un ajuste defensivo y con un parcial 0-17 en el segundo cuarto

B. Pérez

El Gran Canaria restableció este sábado el orden del baloncesto en Canarias. Volvió a ganar el derbi insular en su visita al Santiago Martín (60-70), resarciendo su error en el primer encuentro de la vigente Liga. El partido respondió a las expectativas generadas, con dos equipos en un estado de forma elevado, aunque acusando la tensión propia de un partido de rivalidad en una cancha abarrotada.

El trabajo defensivo fue una vez más la clave. El Gran Canaria, que no estuvo brillante en el juego ofensivo, dejó al rival tinerfeño en 60 puntos. Kuric fue el máximo anotador del encuentro, con 15 puntos.

Un partido con dos caras

El derbi tuvo dos caras en el primer tiempo, donde ya se evidenciaba una dura batalla algo distinta al choque del Gran Canaria Arena donde el Gran Canaria se diluyó por completo.

El conjunto tinerfeño salió lanzado. Dominó la zona con un extraordinario Fran Vázquez en los primeros 10 minutos. El pivot gallego anotó 12 puntos de los 17 de su equipo -no volvería a anotar en el resto del encuentro-, además de capturar algunos balones cerca del aro que mermaban a los amarillos.

El Gran Canaria no se encontraba. Ni con los cambios, porque incluso McCalebb, que había saludo para dar aire, tuvo que abandonar para ser atendido por molestias antes de volver a la cancha.

El Tenerife llegó a tener rentas de hasta 7 puntos (24-17 o 30-24) antes de perder gas. Porque su rival se entonó, comenzando por una vuelta de tuerca a nivel defensivo. Lo reclamaba a sus jugadores Luis Casimiro, especialmente en el rebote. Y a falta de 4.53 para el descanso, tras un tiempo muerto, el partido cambió de rumbo.

El 0-17, clave

La remontada visitante la inició un triple de Pablo Aguilar (30-26). A cada error ofensivo del Tenerife, un acierto del Gran Canaria. O’Neal anotó dos tiros libres después (30-28) y un triple de Kyle Kuric puso por delante a los amarillos (30-31). Pero no fue el único. Otro triple del mismo jugador, con canasta adicional, elevó la renta a 4 (30-35). Planinic se sumó a la fiesta, con un 2+1 (30-37) y Albert Oliver firmó una canasta extraordinaria con un gancho desde una penetración de base (30-40).

Cuando Vidorreta levantó la cabeza, el partido había cambiado de mano con un 0-17 a favor de su oponente, que le daba tiempo de maquillar una actuación e irse con ventaja de 7 puntos al vestuario (parcial 12-23 en el segundo sector del partido). Al descanso, Vázquez seguía con los mismos 12 puntos, pero aparecían otros actores como Kuric (11), O’Neale (7) y Aguilar (6) con mayor protagonismo en la recta final.

El Gran Canaria aguantó el atasco mutuo en los dos últimos cuartos. Los errores presidieron el juego en ambas zonas de tiro. Fallos en lanzamientos, defectos técnicos y pérdidas constantes. Las personales cayeron en las dos plantillas, pero el marcador no perdía el listón a favor de los grancanarios. E, incluso, se colocó en una diferencia máxima de 11 (44-55), que fue la renta de la tercera conclusión.

Los esfuerzos de reacción del Tenerife no tenían resultados, pese a todo. Un triple de Oliver y una canasta posterior de Kuric colocaron un +13 para los amarillos (47-60) a falta de 7 minutos. Esa montaña ya fue insalvable para el segundo clasificado de la Liga, que entregó la cuchara ante un rival que, aún sin estar tan preciso como en el segundo cuarto, tuvo más temple y fue mejor otra vez en el partido de rivalidad insular.