Chagoyen «chiva» lo que sabe del Iberostar Tenerife

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«Sekulic-Sikma, amenaza amarilla para el Obradoiro», titula La Voz de Santiago

 

La sociedad Sekulic-Sikma proporciona pingües beneficios al Tenerife en este primer tramo de Liga. En los cuatro partidos disputados hasta la fecha están garantizando 34 puntos y algo más de 15 rebotes entre ambos. Son, hasta el momento, los dos jugadores más valorados de la Liga Endesa. De cara al domingo, se perfilan como la gran amenaza amarilla en Sar. O negra, si el conjunto insular luce su segunda equipación.

Aunque se ajustan a otro perfil, recuerdan al binomio que formaban el pasado curso Mike Muscala y Oriol Junyent por el peso que tienen en el juego. Quizás eran más cincos los del Obradoiro y son más cuatros los canarios. Pero coinciden en que pueden producir o descargar el juego sobre sus compañeros, y están finos en la suerte de las capturas. A su alrededor el baloncesto parece más sencillo.

Curiosamente, el pasado mes de febrero Sekulic fue traspasado al Fenerbahce después de que el equipo turco hubiese preguntado por Muscala. Y días después el pívot del Obra acabó recalando en los Hawks de Atlanta. Y los dos equipos acusaron las ausencias, sobre todo el Obra, ya que coincidió en el tiempo con la lesión de Oriol.

Chagoyen los retrata

Jesús Chagoyen se enfrentará el domingo por vez primera a los estandartes amarillos en la pintura, con los que compartió vestuario antes de recalar en Sar. Los conoce bien y advierte de que ambos son baloncestistas de equipo, de los que se fajan.

De Sekulic dice que «es un jugador muy grande, muy duro, con mucho talento, un pívot que a pesar de medir 2,10 metros puede abrirse a la línea de tres y tirar. Es un referente del Tenerife, un trabajador nato»

De Luke Sikma apunta que «es un jugador que crece día a día, que cada vez hace más cosas. Es un cuatro muy peligroso, con buenos movimientos al poste bajo, también puede tirar, es rápido en las continuaciones y capaz de pegarse hasta con su padre, y mira que su padre era grande».

Sin duda, podría aplicarse aquello de que «de casta la viene al galgo», ya que el actual pívot del Tenerife es hijo de uno de los nombres propios de la NBA, Jack Sikma. En 1979 conquistó el anillo, con Seattle Supersonics.

Tanto el pívot montenegrino como el americano parecen haber encontrado en el Tenerife un hábitat en el que se sienten muy cómodos. Sekulic, después de la incursión turca, aceptó la oferta para volver a la isla. El día de su presentación aseguró que tenía propuestas más interesantes económicamente, pero que prefería «regresar a casa». Sikma, que también tenía varios pretendientes, renovó por dos cursos.