Cena entre amigos en el sitio que llevas recomendando semanas. Llega el camarero y pregunta si saben ya lo que beber. Todos te miran esperando que elijas un buen vino para la comida, ya que están allí por ti. Te quedas en blanco.

Si no quieres que te pase esto, tranquilo, porque te vamos a dar varios trucos para que sepas que pedir en cada momento, pero sin llegar al nivel de 'cuñadismo'. Tanto el camarero como los comensales esperan que elijas un buen vino, no que hagas una cátedra sobre él.

Para eso tienes las catas, no un restaurante donde vas a pasar un buen rato. Si eliges un vino y te ponen en la copa una pequeña cantidad, no digas ninguna bobería. El camarero te lo da a probar para ver si es de tu agrado o si tiene algún defecto.

Un catador en el concurso de vinos de Canarias. El Día

Si no quieres equivocarte, te damos cinco tips muy básicos, pero que a veces no tenemos en cuenta a la hora de elegir un buen vino:

  • Conocer tus preferencias. Antes de elegir un vino en un restaurante, es útil tener en cuenta tus gustos personales. ¿Prefieres vinos tintos o blancos? ¿Te gustan los vinos afrutados o más secos? Saber qué tipo de vinos sueles disfrutar te ayudará a reducir la selección y a elegir un vino que se ajuste a tus preferencias. Parece una pregunta tonta, pero cosas más sorprendentes se han visto...
  • Consultar al sommelier. Si no tienes ni idea de lo que tienes que pedir, no dudes en preguntar al sommelier del restaurante o, en su defecto, a algún miembro de la plantilla del local que tenga más conocimientos que tú. Elegir un vino solo por el precio puede llevarte a error.
  • Considerar el maridaje y la temperatura. Si vas a acompañar tu comida con vino, es importante tener en cuenta el maridaje. Generalmente, se recomienda que los vinos tintos armonicen con carnes rojas, mientras que los vinos blancos van bien con pescados y aves. También hay que tener en cuenta la temperatura. Debes saber que el vino tinto suele ir a temperatura ambiente, mientras que el blanco se suele servir frío.
  • Revisar la carta de vinos. Antes de tomar una decisión, tómate un tiempo para revisar la carta de vinos del restaurante. Fíjate en la procedencia, la añada y las descripciones de los vinos para tener una idea de las opciones disponibles.
  • Elegir un vino acorde al presupuesto. Sí, volvemos al precio. A todos nos gustaría tener una cuenta sin límites, pero sé realista. Tal vez tú o los que están en la mesa contigo estén pasando dificultades económicas. El buen vino no tiene por qué ser el más caro. Incluso la bebida más extraña puede ser de tu agrado en la compañía adecuada. Si consigues unir ambos puntos, tendrás una comida de tal disfrute que querrás repetir.