Con amigos, familia, en pareja o solo, ¿qué más da? Un buen vino se disfruta en muchas situaciones diferentes, y si somos capaces de maridarlo como se debe, puede ser uno de los mejores momentos del día.

A pesar del disfrute que podemos llegar a tener, no siempre es fácil saber con qué alimento usar un vino tinto o si una comida queda mejor con un vino blanco seco o afrutado. Por eso, en este artículo queremos hacértelo lo más fácil posible.

Antes de decirte cuáles son, para nosotros, unos buenos complementos para nuestro vino, primero te vamos a dar varios tips para que tú sepas un poquito más al final de este artículo.

¿Cómo hago un buen maridaje?

Tenemos que tener algunas cosas en cuenta para hacer un buen maridaje. No es llegar, poner una comida deliciosa junto a un vino bueno y que la fórmula sea la adecuada. Tienes que estar atento a estos apuntes:

  • Plato principal. Si vamos a degustar un solo plato, tenemos que tener en cuenta las características del mismo. La fuerza de su sabor afectará a la experiencia que tengamos con nuestro vino, por lo que debemos experimentar y conocer si a nuestra comida le viene mejor un vino suave o, por el contrario, que tenga más cuerpo.
  • El vino, en su justa medida. A veces, más no es mejor. Si tenemos varios platos que degustar, no podemos volvernos locos y buscar muchos vinos para acompañarlos. Lo que recomendamos son un máximo de tres vinos, y siempre teniendo en cuenta el siguiente punto.
  • Analizar el menú. Aquí es muy importante el orden que le demos a nuestros platos. Lo más recomendable es empezar por una serie de vinos suaves, para poder disfrutarlos sin haber impregnado el paladar de sabores más fuertes.

Ahora sí, te dejamos aquí varios consejos para maridar como es debido tu vino, ya sea blanco o tinto. ¡Qué aproveche!

  • Vino blanco:
  • Mariscos y pescados. No por ser conocida iba a faltar en esta lista. La mayoría de productos del mar combinan muy bien con el vino blanco, dada su suavidad en el paladar y su frescura, características que van de la mano con los pescados y mariscos. Cuando decimos que con la mayoría tiene que ver con que algunos tienen un sabor más fuerte, como puede ser el caso del salmón, que es uno de los pocos que se comen con vino tinto.
  • Quesos suaves. En este caso, hay que saber diferenciar entre un queso más suave y otro más potente. El queso brie, los frescos o el de cabra son algunos de los que congenian muy bien con el vino blanco.
  • Arroces. Este es uno de los alimentos que, por si solo, no cuenta con mucho sabor, pero es capaz de absorber todo lo que se pone junto a él. Por ello, en platos como la paella es importante que el vino acompañe el sabor que adquiere, por lo que no hay nada mejor para ello que un buen vino blanco.
  • Ensaladas. No por comer este plato vas a renunciar a una buena copa de vino. Y es que el sabor ligero y fresco de las ensaladas va muy bien con los vinos blancos afrutados por sus similitudes.
  • Vino tinto:
  • Carnes rojas. No podía faltar en esta lista una buena carne. Con un sabor tan potente como es el de este tipo, necesita una bebida con mucho cuerpo para poder absorber todos los sabores. Un buen chuletón o un solomillo congenian de manera natural con un vino tinto.
  • Quesos curados. Si los suaves van de la mano del vino blanco, los curados unen lazos con el vino tinto. La mayor intensidad en el paladar de los quesos azules, del provolone o del manchego hacen que una tabla de quesos de este tipo no puedan ir sin una copa de vino tinto.
  • Embutidos. Y no solo una tabla de quesos. Una tabla de embutidos que se precie va acompañada de un vino potente, que concilie con el jamón cerrado, el lomo o el chorizo, alimentos fuertes que necesitan un caldo eficaz para saborear hasta el último matiz.
  • Legumbres. Para cerrar, si eres fanático de las legumbres, no olvides tener un vino tinto a mano para disfrutar de los sabores. A pesar de ser una de las mezclas menos convencionales, los distintos guisos autonómicos como la fabada asturiana o el cocido madrileño tienen características que van muy bien con el vino tinto.