Rifirrafe como hacía tiempo que no se producía en el salón de plenos del Ayuntamiento de La Laguna. El alcalde, Luis Yeray Gutiérrez (PSOE), dio la palabra a Rubens Ascanio y unos segundos después, de repente y simultáneamente, empezó a hablar el edil socialista Badel Albelo. «Señor Ascanio, no le he dado la palabra; sea respetuoso», le diría Gutiérrez al portavoz de Unidas se Puede, tras lo que lo llamó al orden tres veces en un lapso de diez segundos y le ordenó que abandonara el salón de plenos. Sorpresa generalizada. Dos agentes de la Policía Local tomaron posiciones en la puerta de la sala. Pareció por un momento que aquello podía terminar en desalojo. El tira y afloja se prolongó durante varios minutos y, al final, Ascanio no se fue. El lance seguía a otro choque que tuvo lugar en un receso de la sesión plenaria anterior, el pasado 24 de abril, entre los mismos protagonistas, socios de gobierno que fueron en el anterior mandato.