La compañía de efectos visuales Big Lazy Robot ha lanzado un cortometraje de animación que satiriza acerca de la obsolescencia programada y otras observaciones de la vida moderna. En el corto, unos pequeños robots rojos compran un teléfono y viven obsesionados con el aparato, hasta que otro robot de la compañía fabricante los estropea y el ciclo se repite.