La edición número 25 de la Cumbre del Clima ha arrancado este lunes en Madrid con el objetivo claro de detener el calentamiento del planeta. Durante las próximas dos semanas, cerca de 200 países y 50 jefes de Estado de todo el mundo intentarán fijar unos mínimos que ayuden a combatir la emergencia climática. Aunque la ausencia de los principales países contaminantes no lo va a poner fácil, todavía hay esperanza. El presidente del Gobierno español en funciones, Pedro Sánchez, ha reivindicado Madrid como capital del "diálogo y la palabra" durante su discurso de inauguración.