Pamplona canta al unísono su sentido lamento, “Pobre de mí, Pobre de mí”. Se quema la traca en la plaza de Burgos, últimas fuerzas para hacer balance y de nuevo, todos a una a descontar los días que quedan hasta Sanfermines 2016. El lamento acompaña a la comitiva rumbo a la capilla del Santo. Se depositan velas y ‘pañuelicos’ cargados de agradecimientos y buenos propósitos. Terminó el jolgorio, conciertos, encierros, paseos, la ciudad se levantará hoy con resaca mirando adelante.