La Policía Nacional ha desarticulado una organización que explotaba sexualmente a menores en una finca de Vélez, Málaga. Las víctimas tenían 16 años y eran captadas sin que sus padres tuvieran conocimiento de la situación a la que estaban siendo sometidas. El jefe de la banda llevaba en su teléfono móvil fotografias de las niñas desnudas y las mostraba a los clientes para que eligieran. Después acordaba con ellos el precio por el servicio, que oscilaba entre 30 y 40 euros. Miembros de la red recogían a la menor seleccionada en su domicilio y la llevaban hasta el lugar donde eran explotadas.