El Hospital Carlos III recupera poco a poco la normalidad. La habitación que ocupó durante cinco días Miguel Pajares ya ha sido completamente descontaminada. La seguridad en el entorno está garantizada al cien por cien según ha comunicado el propio hospital. El personal que le atendió solo tiene que vigilar su temperatura durante 21 días y alertar si sube a más de 38. No son necerarios más análisis, porque los trajes y las mascarillas les aislaron de un posible contacto con fluídos del paciente.