El abogado de la infanta afirma que no hay novedad. Sólo él sabe con qué argumentos tratará de tumbar su segunda imputación. Y no los dice. Lo que sí sabemos es que en abril, cuando Castro citó por primera vez a su clienta, Miquel Roca la defendió diciendo que "no tenía por qué saber de los negocios de su marido porque el matrimonio se sustenta "en una confianza especial", y que además ahí estaba su secretario García Revenga como garante de lo que llamó "control de riesgos".