Es Jesús, un hombre de 74 años que desde hacía tiempo luchaba a diario contra las cucarachas. No se percató de que el gas inflamable del aerosol que utilizaba se iba acumulando en el falso techo. Vivía junto a su mujer en el último piso de un bloque de 7 alturas. Tras la explosión, los Mossos desalojaron inmeditamente el edificio. Y poco después gran parte de la fachada se vino abajo.