Los médicos de la sanidad pública tendrán que recetar el principio activo de un fármaco en lugar de prescribir una marca comercial. Es el acuerdo al que han llegado la ministra de Sanidad y las Comunidades Autónomas para reducir el gasto médico en 2.400 millones de euros. Una vez reciban esa receta, las farmacias estarán obligadas a entregar a los pacientes en el medicamento cuyo coste sea menor. Con esta medida se pretende combatir el déficit de 10 mil millones de euros que hay en nustra sanidad pública.