El prior del Valle de los Caídos se rebela. Dice, vía carta a la vicepresidenta del Gobierno, Carmen Calvo, que en su basílica no entra nadie para sacar los restos del dictador Francisco Franco. Su argumento: que la sepultura es un lugar sagrado. Santiago Cantera, contra todos. Contra la justicia: el Tribunal Supremo dio luz verde a la exhumación. Contra la propia Iglesia española: que ya dijo que acataba lo que dijeran los tribunales. Y contra el Gobierno: que asegura que la exhumación se producirá en cuestión de días. Alejar la fecha de la campaña electoral es el objetivo, aunque Franco y la dictadura ya se han colado de lleno en los discursos políticos.