Hace 48 horas se le veía el Supremo -según las crónicas "con la sonrisa puesta"- ahora está muerta. En la cuesta abajo, con preguntas sobre las presuntas actividades ilegales que le arrinconaron ante la justicia que quedan en el aire, Barberá ha fallecido de forma inesperada. Abrupta, como sus formas. Ha sido en un hotel de Madrid. En pleno centro, a un paso del Congreso. El aviso al 112 sitúa el suceso a las 07:03 de la mañana.