El Tribunal Constitucional ha respondido hoy al desafío del Parlamento catalán que, la semana pasada, daba un paso más hacia su ruptura con España. Ha decidido por unanimidad suspender cautelarmente la resolución de la Cámara catalana. Pero, aunque advierte personalmente a Carme Forcadell y Carles Puigdemont, entre otros, de su eventual responsabilidad, incluso penal, si ignoran esa suspensión, el Alto Tribunal no adopta medidas concretas contra ellos.