El copiloto Andreas Lubitz (1987), procedía de Montabaur, en la región de Renania Palatinado, y trabajaba para la compañía desde septiembre de 2013. Acumulaba 630 horas de vuelo y se había formado en Bremen y en la Escuela de Vuelo de Lufthansa, por lo que era considerado como un joven muy bien preparado para el trabajo. Se quedó solo en la cabina, bloqueó la puerta para impedir la entrada al comandante e hizo descender el aparato, según la fiscalía que investiga el caso. Tenía la intención de destruir el avión y acabar con su vida y la de todos los viajeros.