El temporal ha mostrado su peor cara y ni los sacos de arena han impedido que la crecida del agua afecte a viviendas, locales y garajes. Todo el norte, muy especialmente el País Vasco, está sufriendo con especial virulencia las consecuencias del temporal de lluvia, nieve, viento y frío que desde ayer azota a toda la cornisa cantábrica, con varios ríos al borde del desbordamiento.