Se abre el ascensor y aparece José María Ruiz Mateos del brazo de la policía. "Me estoy muriendo". Siente que se muere, dice, tras pasar la noche en el calabozo detenido por orden de la jueza María Pascual. "La más mala mujer que he visto", apostilla. Reaparece cinco minutos después. Comienza el espectáculo, la reproducción de lo que ha ocurrido en el interior de la sala. "Un bicho de mujer, un demonio, un esperpento de mujer...".