Amnistía Internacional ha presentado esta mañana su primera colección de ropa comprometida. Diez prendas que se inspiran en historias vividas en diferentes partes del mundo donde se violan los derechos humanos. Llevar un fular con la bandera gay en Uganda podría ser una cuestión de vida o muerte, mientras que una mujer llevando pantalones en Sudán sería condenada a 40 latigazos. Estas son algunas de las causas que se defienden en este primer desfile de Amnistía Internacional. Las prendas han sido diseñadas por Carlos Gala y defendidas en la pasarela por bailarines de danza contemporánea del Real Conservatorio Profesional de Danza 'Mariemma'.