Las sirenas irrumpen en plena noche en Tel Aviv y se desata el pánico. Decenas de personas buscan el lugar más próximo para refugiarse. Se escuchan los primeros bombardeos. Hasta 130 cohetes sobrevuelan la ciudad. Algunos llegan a las proximidades del aeropuerto, lo que ha obligado a cerrarlo. Es la respuesta de Hamás a los ataques israelíes. La ofensiva tampoco descansa en Gaza. Más de medio millar de objetivos han sido alcanzados por el ejército israelí. Un edificio de 13 plantas pudo ser desalojado a tiempo antes de que colapsara. Una espiral de violencia indiscriminada en la que al menos tres mujeres israelíes y 35 palestinos han muerto, entre las víctimas hay 10 niños. Ataque que según el primer ministro irán en aumento. No tiene nada que perder, sin gobierno en Israel es una forma de mantenerse en el poder y retrasar la formación de un nuevo ejecutivo. Mientras el consejo de seguridad de Naciones Unidas se reúne hoy para abordar este conflicto, el más cruento desde la guerra de 2014 en Gaza.