En Estados Unidos el toque de queda relaja las protestas. Es el octavo día consecutivo de movilizaciones que ya se extienden a 140 ciudades del país. En Nueva York, miles de personas se manifestaron frente al hotel de Donald Trump. Al caer la noche, volvían los disturbios, cada vez más puntuales. Frente a una Casa Blanca más blindada de lo normal, hasta el monumento a Lincoln llegan las proclamas ante una Guardia Militar desplegada en sus escaleras.