De regreso a Downing Street tras el debate en el Parlamento, Boris Johnson era la imagen del fracaso. Westminster lo ha dicho claramente: quiere un 'Brexit', sí, pero con acuerdo, no que se tramite sin apenas tiempo para analizarlo, como reclamaba el Ejecutivo. Por eso, a Johnson no le ha quedado otra que "poner en pausa" la tramitación de la ley. Desde la oposición Jeremy Corbyn le espetaba: "El primer ministro es el autor de su propia desgracia".