Tendido en mitad del paseo de los Campos Elíseos el cuerpo sin vida de Adam, francés de 31 años, fichado en 2015 por islamista radicalizado. Sólo unos minutos antes Adam adelantó por la derecha a un furgón policial y giró el volante para embestir a los agentes. Un choque mortal para el atacante, inmóvil en su asiento, mientras el coche empezaba a arder. Varios policías rescataban el cuerpo sin vida. En su coche llevaba dos armas cortas, dos cargadores, una bombona de gas y un fusil automático. Otra vez un ataque en pleno centro de París y otra vez un individuo fichado por radical que pasa a la acción. La polémica además es que tenía un permiso de posesión de armas como tirador deportivo. El primer ministro francés ha explicado que se lo concedieron en 2012, es decir, tres años antes de ser fichado. Lo que no ha podido explicar es cómo, ya fichado, renovó el permiso en 2017. Aparentemente incrédulo, el padre del presunto terrorista se enteraba por la prensa del intento de atentado. En la casa familiar la Policía encontró armas y material para fabricar explosivos. El padre y otros tres familiares están detenidos.