Rechazo frontal del Parlamento venezolano, controlado por la oposición, a la última maniobra de Nicolás Maduro: convocar una Asamblea Constituyente para crear una nueva Constitución a su antojo. La Cámara tacha esta nueva Carta Magna de fraudulenta, ilegal por no someterla a un referéndum como sí hizo su mentor Hugo Chávez hace 20 años. La respuesta de los venezolanos no se ha hecho esperar.