Son las primeras imágenes del interior de Castelgandolfo. La residencia estival pontificia abre sus puertas al público como museo. El Papa Francisco ha sido quien ha tomado esta iniciativa y ha puesto fin a una tradición. Utilizado por diferentes papas desde el siglo XVI para escapar del calor, el Pontífice ha decidido dejar de usar esta residencia y mostrar su belleza a los visitantes. Con 55 hectáreas, la residencia pontificia, al sur de Roma, dispone de varios edificios, jardines, un bosque y una granja lechera; pero lo más deseado a ojos de los peregrinos es el propio dormitorio del Papa.