El presidente de Estados Unidos, Barack Obama, y su familia han escapado este viernes del asfixiante calor del desierto de Chihuahua, en Nuevo México, para adentrarse en el corazón de unas cavernas antiquísimas en las que el sonido del agua que cae de las estalactitas es lo único que se escucha. Son las Cavernas de Carlsbad, donde el visitante vive una aventura bajo tierra sin igual.