Sofía estaba llegando a casa de una amiga cuando la avisaron de que justo allí había habido un tiroteo. El primero. Había quedado con Javi, que dice estar todavía muy nervioso, tras salir a la calle por primera vez después de lo que le tocó vivir el viernes por la noche. Ambos, todavía con la conmoción de haber estado en el corazón del desastre. Tuvieron que refugiarse en un bar. A escasos 100 metros de la puerta trasera de la sala de conciertos, donde los terroristas estaban asesinando rehenes. Entre los que escaparon estaban Marie y su pareja. Que vieron morir a mucha gente. Era la misma calle del bar donde Javier y Sofía pasaron horas atrincherados. Sin saber lo cerca que estaban de tanta muerte.