En el lugar del ataque, la playa frente al Riu Imperial Marhada, los empleados del hotel trabajaban esta mañana en limpiar la zona bajo la atenta mirada de la policía. Pocos son los turistas que hoy han pisado la arena o las hamacas. Otros esperaban con las maletas preparadas para volver cuanto antes a sus países de origen. Las compañías turísticas, sobre todo británicas, han empezado a evacuar a unas dos mil quinientas personas. Muchos viajes con destino Túnez programados para los próximos días se han cancelado.