Dallas y otras zonas de Texas y Oklahoma han sufrido en las últimas semanas varios tornados y tormentas con fuertes lluvias. El agua cube carreteras y calles e impide la normal circulación de vehículos. Al menos tres personas han muerto: un niño de 14 años que junto a su perro fueron arrastrados hacia un colector de agua, y dos hombres. Además, otras doce personas han sido dadas por desaparecidas. Los fuertes vientos han arrancado árboles y destruido casas. Algunos residentes que se quedaron aislados han tenido que ser rescatados en helicóptero. Las escuelas están hoy cerradas y lo peor es que el mal tiempo va a continuar durante toda la semana.