Las manifestaciones ayer por su liberación han dejado paso a las de repulsa y petición de venganza de allegados y familiares del piloto jordano cruelmente asesinado. El gobierno jordano había jurado venganza y no se ha hecho esperar. Con las primeras luces del alba, para empezar, han ahorcado a la yihadista que el Estado Islámico había pedido intercambiar. Ha sido la primera de una lista posiblemente mayor porque Jordania ya había amenazado con esta carta si asesinaban a su piloto. Ni con Japón hace dos semanas ni con Jordania ahora ha conseguido Estado Islámico su objetivo más evidente: intimidar a sus gobiernos.