Cae la noche en Francia, pero no cesan los homenajes por las 17 víctimas de los sangrientos atentados que han golpeado París. Una plaza de la Nación que durante toda la jornada ha recibido la solidaridad de un millón y medio de personas que finalizaban su trayecto por la paz. Y ahí, han permanecido durante horas con su “yo soy Charlie” y sus gritos por la libertad. Una marcha entre la tristeza y la alegría. Por la emoción de defender todos juntos esa libertad, bañada en sangre. En Londres, la bandera gala ha teñido de más libertad, de más fraternidad y de más igualdad la Galería Nacional.