Cientos de ciudadanos se han acercado hasta el café, en el centro de Sidney, donde tuvieron lugar los hechos, para depositar ramos de flores y mensajes de condolencia. En el secuestro murieron, además del secuestrador, un refugiado iraní, abatido por la policía, dos personas: Son la australiana Katrina Dawson, de 38 años, abogada y madre de tres niños, y su compatriota Tori Johnson, de 34, gerente del establecimiento. El primer ministro australiano, Tony Abbott ha condenado este secuestro.