Atrincherados encima del tejado de la cárcel. Son al menos 700 presos de los 1000 internos de esta prisión de Paraná, en Brasil. Llevan así dos días. Reivindican mejores condiciones, como alimentación e higiene. Y denuncian supuestos abusos y actos violentos por parte de la guardia carcelaria. Dos prisioneros fueron decapitados y otros dos murieron al ser lanzados desde este techo. En las pancartas se lee PCC. Una organización criminal que controla el tráfico de drogas y también este tipo de rebeliones. Tienen el control del 60% de la prisión. La policía ha afirmado que siguen las negociaciones. Durante una crisis en el sistema de prisión el año pasado, murieron más de 60 presos.