La cifra alcanza ya los 398 fallecidos por el terremoto en el suroeste de China y unos 1.800 han resultado heridos, hasta allí se ha desplazado el primer ministro chino, Li Keqiang, quien se ha reunido con altos cargos del Departamento Central, mandos del ejército chino y la Policía Armada. Un terremoto de 6,3 en la escala de Richter que no deja de aumentar el número de muertos y heridos.