Este viernes, un equipo de 30 observadores de la Organización de Seguridad y Cooperación en Europa (OSCE) ha aterrizado en el lugar donde se estrelló el avión malasio. El Boeing 777 con 298 personas a bordo fue derribado sobre la región de Donetsk. La tensión en la zona va en aumento. Continúan los reproches cruzados entre Kiev, Moscú y los separatistas sobre la autoría del misil que alcanzó al avión de pasajeros. Los observadores han llegado hasta los restos del aparato, pero no han tenido pleno acceso a la zona.