El consejo de seguridad de la ONU considera necesaria una investigación inmediata e independiente sobre la posible matanza por parte del régimen sirio con gas sarín de 1.300 personas. Tras dos horas de deliberaciones, en una reunión con carácter de urgencia, el organismo advierte al régimen de El Assad que el uso de armas químicas es inadmisible. Sin embargo, no ha llegado a un acuerdo para enviar a los inspectores de la ONU al lugar de los hechos a pesar de que su hotel está a un cuarto de hora en coche. En las terribles imágenes que nos llegan de los distritos afectados, cientos de cadáveres se agolpan, tendidos en el suelo, sin muestras de violencia ni heridas.